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Lunes, 26 Febrero 2024 22:24

Eduardo Fernández acusa a Televisa antes de ser detenido por acusaciones de extorsión en España

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El extitular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores grabó un video de más de una hora para exponer su denuncia contra ejecutivos de Televisa.

El extitular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores expone hechos presuntamente delictivos en una denuncia ante la SEC de Estados Unidos y en un video Televisa niega cualquier ilegalidad Eduardo Fernández García, expresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), presentó una denuncia ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) en la que afirma que Emilio Azcárraga Jean, Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia, ejecutivos de primer nivel de Televisa, presuntamente recibieron sobornos en efectivo provenientes de “funcionarios mexicanos corruptos, gobiernos y partidos políticos”.

Aristegui Noticias tiene copia de la denuncia y de un video en el que Fernández expone los hechos denunciados. Televisa afirma que todos los hechos son falsos y acusa a Fernández de extorsión, hecho que derivó en su detención en Madrid.

En el documento presentado ante la SEC el 6 de octubre de 2022, Fernández García, señala que los recursos en efectivo fueron gastados a través de una empresa financiera de su propiedad – mediante engaños- en la compra de bienes de lujo, como un avión Gulfstream y un yate, así como para el pago de diferentes servicios en Estados Unidos.

Los hechos ocurrieron entre 2008 y 2011 con diferentes intermediarios. Para lograr su objetivo, los ejecutivos de Televisa abrieron cuentas corporativas en su compañía denominada Diversity Investment Corp, a través de las cuales se habrían realizado 29 “transacciones ilegales y una serie de maniobras furtivas” para presuntamente lavar 40 millones de dólares que Fernández presume como “sobornos procedentes de las arcas públicas de México o de otras actividades ilegales y delictivas”.

Por lo anterior, el denunciante imputa a Azcárraga Jean, Gómez y Angoitia conductas que describe como “fraude financiero, lavado de dinero y perjurio”, las cuales representan violaciones “flagrantes” y “continuadas” a diversas leyes estadounidense en materia de valores bursátiles, contra la corrupción, el secretario bancario y anti-lavado de dinero.

En el texto de su denuncia presentada vía electrónica, Fernández García señala que “cuenta con información original, material y no pública, que demuestra que Televisa y los ejecutivos de Televisa han perpetrado, durante más de una década, un esquema masivo de lavado de dinero a través de Televisa para limpiar pagos ilegales”

“Los esquemas de soborno, corrupción y lavado de dinero de los ejecutivos de Televisa siguen siendo desmedidos hoy en día, con informes noticiosos recientes que corroboran que esta empresa que cotiza en bolsa es un vehículo para el enorme fraude y engaño de los ejecutivos al mercado”.

Además, Fernández sostiene que tras la publicación en el diario The Wall Street Journal en mayo de 2016 de un anónimo que daba cuenta de las operaciones irregulares de los ejecutivos de Televisa, los propios involucrados, en coordinación con el abogado Alonso Aguilar y funcionarios de la Procuraduría General de la República que no identifica, habrían tratado de borrar todas las evidencias del uso de efectivo en las operaciones de Televisa SAB, debido a la que la televisora cotiza en la Bolsa de Estados Unidos.

Para el exfuncionario mexicano, la televisora y sus ejecutivos habrían incurrido en el delito de perjurio, uno de los más graves en Estados Unidos, ya que le habría mentido a la SEC y a otras autoridades norteamericanas para ocultar el origen de los fondos que se bancarizaron a través de las compañías Diversityy, una broker-dealer, y Pershing LLC , mismas que fueron utilizadas como intermediarias.

En su denuncia Fernández explica la ruta que presuntamente siguió el dinero: desde las cajas de dinero que dice haber visto en oficinas de Televisa, hasta la bancarización con la intervención del abogado Juan Collado y el uso de la broker-dealer que Fernández fundó en Estados Unidos, por lo que entregó a la SEC comprobantes de depósito, contratos de cesión derechos, pago de servicios y órdenes de pago para un avión Gulfstream y un yate, así como para realizar adquisiciones y el pago de servicios. Por todo lo anterior, y con base a diversas pruebas y su propio testimonio como informante, solicitó a la SEC abrir una investigación sobre estos hechos.

Además, denuncia que ha sido víctima de amenazas y acoso constante tras ser culpado por la televisora de la carta anónima que publicó el diario estadounidense Wall Street Journal en mayo del 2016.

“Con base en las violaciones a la ley aquí establecidas, el denunciante solicita a la SEC que intervenga para detener el fraude absoluto de Televisa y los Ejecutivos de Televisa, y que investigue y presente demandas por violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (la “FCPA”, por sus siglas en inglés), la Ley de Secreto Bancario, la Ley Reguladora del Mercado de Valores, el Código de Rentas Internas y otras leyes y normas aplicables”, destaca la denuncia.

La Ruta del Dinero En el documento entregado a la SEC junto con un formulario para iniciar el trámite de su denuncia, Fernández señala que, durante casi tres décadas se desempeñó como funcionario de alto nivel en el gobierno federal mexicano, por lo que conoció a los ejecutivos

de Televisa en la década de 1990. Fernández recuerda que su último cargo, en el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo, fungió como el responsable “en una agencia responsable de regular la industria financiera de México, en particular el sistema bancario y el mercado de valores del país”, en clara alusión a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Fernández señala que su relación con los ejecutivos de Televisa data de esa época, derivado de que la televisora “se encontraba al borde de la ruina financiera”, por lo que el gobierno mexicano “ayudó en la reestructuración” de su deuda y a que la familia de Emilio Azcárraga Jean conservara la mayoría accionaria de la empresa.

A su vez, el hijo del fundador de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, “El Tigre”, nombró en puestos ejecutivos dentro de Televisa a Bernardo Gómez Martínez y a Salvi Folch – quien fuera responsable de la reestructuración de Televisa-, pero también a asesores externos como Alfonso de Angoitia Noriega, que más tarde se convirtió en ejecutivo de la compañía. Las violaciones que denuncia Fernández se habrían cometido cuando Azcárraga Jean era director general de Televisa; Gómez era Vicepresidente Ejecutivo y responsables de la red de noticias de la televisora y Angoitia fungía como Vicepresidente Ejecutivo a cargo de la supervisión financiera de la empresa.

Tras su salida del gobierno mexicano en el año 2000, Eduardo Fernández abrió la compañía Diversity Investment Corp, una broker-dealer que servía como “un pequeño corredor de bolsa en la ciudad de Nueva York”, pero que se había registrado en Delaware. Debido a que Fernández continuaba residiendo en México, durante toda su operación y hasta su cierre en el año 2012, contrató a dos empleados, uno de ellos corredor de bolsa experto en en Estados Unidos, un asistente para el empleado principal y dos trabajadores más de origen mexicanos que laboraban de forma remota Los empleados en Estados Unidos requerían licencias de la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera y en el momento en que ocurrió el presunto esquema de lavado de dinero, entre 2008 a 2011, fueron los responsables de concretar las operaciones de Diversity junto con la empresa Pershing, encargándose ambos de las cuestiones legales y administrativas.

Tras la creación de Diversity, Fernández aceptó que el abogado Juan Collado, a quien conocía debido a que lo había representado jurídicamente ante el intento del gobierno mexicano para encarcelarlo penalmente por violar el secreto bancario en el caso “Amigos de Fox”, se convirtiera en propietario minoritario del 22% de la compañía.

Debido al encarcelamiento de Collado en 2019, Fernández le recuerda a la SEC que en ese momento, era “un prestigioso y reconocido abogado en México” y que años más tarde sería objeto de una investigación por lavado de dinero en Andorra, indagatoria que se cerró luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) descartara la existencia de dinero ilícito en los ingresos y cuentas bancarias del litigante.

Fernández agrega que en 2008, Collado recomendó a los ejecutivos de Televisa utilizar a Diversity para bancarizar fuertes cantidades de efectivo que la televisora tenía en sus manos, recursos que presuntamente provenían de sobornos, pero que Angoitia y Gómez disfrazaban como procedentes de la venta minorista de donas Krispy Kreme y ropa casual de la marca Tommy Hilfiger. Debido a las leyes de Estados Unidos, los ejecutivos de Televisa tenían que abrir tres cuentas corporativas en la broker-dealer, por lo que contactaron al denunciante para la apertura de las mismas con el fin de que les prestara el servicio conocido coloquialmente en México como “bancarización”, un proceso por el cual una institución financiera acepta efectivo, a menudo en grandes sumas, en cuentas de depósito de la institución.

En una primera reunión, Fernández rechazó bancarizar el dinero a través de Diversity y/o Pershing, ya que las leyes de Estados Unidos no lo permiten, pero en un segundo encuentro se le informó que su socio minorista Juan Collado sería el encargado de bancarizar el efectivo, mismo que después sería transferido a la broker-dealer desde las cuentas del propio Collado Mocelo.

Una vez que el dinero estuvo en las arcas de Diversity, los ejecutivos le pidieron al denunciante utilizar sus cuentas corporativas para efectuar pagos por artículos y servicios como un jet ejecutivo y la construcción de un yate.

A cambio de estas operaciones, los ejecutivos de Televisa se comprometieron a mantener cierta parte de sus fondos invertidos con el Broker-Dealer en todo momento, por lo que Pershing aprobó la apertura de una cuenta comercial de la cual los ejecutivos de Televisa eran los copropietarios y beneficiarios finales. Dicha cuenta comercial estaba a nombre de Marko Investment, C.V., compañía constituida en los Países Bajos, con el número de cuenta con terminación 547, por lo que fue necesario una doble cesión de derechos de Collado y Fernández en favor de los ejecutivos de Televisa para poder completar la operación. “El Denunciante exigió la ejecución de estos acuerdos de cesión para aclarar que las transferencias entrantes a la Broker-Dealer de los activos “bancarizados”, para su posterior abono a la Cuenta Marko, eran en última instancia propiedad de los Ejecutivos de Televisa”.

Poco después de la apertura de la cuenta a nombre de Marko Investment en 2008, se abrieron en Pershing cuentas personales para Gómez y Angoitia, con los números de cuenta respectivos 4V4-001580 y 4V4-001564, cuyos formularios se adjuntaron como una evidencia de las operaciones presuntamente irregulares ante la SEC.

El esquema de lavado de dinero incluyó la apertura de las cuentas a nombre de las empresas Clarinet CV, constituida en los Países Bajos, con número de cuenta con terminación 556 y MB Consulting CV, también creada en los países Bajos con número de cuenta con terminación 572.

Así, entre 2008 a 2011, los ejecutivos de Televisa utilizaron dichas cuentas para lavar más de 40 millones de dólares estadounidenses, que Fernández presume corresponden “a pagos de sobornos del Gobierno Mexicano”, pero bajo el pretexto de que el dinero canalizado a Diversity y Pershing procedía de actividades comerciales legítimas. Un primer tramo de estas operaciones se efectuó entre febrero de 2008 y noviembre de 2009, transacciones en las que, Collado actuó como representante de los ejecutivos de Televisa.

“Como demuestran las instrucciones de transferencia adjuntas, durante este periodo, Collado dirigió las operaciones de lavado desde la cuenta de Marko, incluso firmando la documentación de las instrucciones de transferencia en nombre de Marko”, revela la denuncia. En todos los casos, los activos que Collado “bancarizaba”, se transferían a la Broker-Dealer y posteriormente a las cuentas de Marko y Clarinet.

“El denunciante, como se ha señalado anteriormente, cree que Collado no era consciente del origen ilícito del dinero en efectivo que “bancarizaba”. A partir del 6 de noviembre de 2009 y hasta el cese de las operaciones el 12 de mayo del 2011, los ejecutivos de Televisa dejaron de usar la cuenta de la compañía Marko y cambiaron a las cuentas de Clarinet y MB Consulting. Además, en junio de 2010, los ejecutivos de Televisa dejaron de utilizar los servicios de “bancarización” de Collado y, en su lugar, recurrieron para ese servicio a Gerardo Zurbruggm, un ejecutivo de origen suizo-mexicano que un hombre de toda la confianza de Rodrigo Guerrero-Gómez, mismo que en ese momento era asistente personal de Angoitia en Televisa.

“El denunciante cree que Zurbrugg, al igual que Collado y él mismo, tenía la impresión de que el dinero en efectivo que Zurbrugg “bancarizaba” provenía de una actividad comercial legítima, basándose en el estatus y la reputación de los ejecutivos de Televisa”, se lee en el documento. En todo momento, Eduardo Fernández se deslinda de lo que él denomina una “conspiración de lavado de dinero” mediante la cual, los ejecutivos de Televisa canalizaron “cantidades masivas de fondos a las cuentas de las entidades y, en última instancia, lavaron más de 40 millones de dólares”.

Compras de lujo

El denunciante se queja de que sus empresas hayan sido utilizadas por los ejecutivos de Televisa como “instrumentos de fraude para lavar los pagos de sobornos en efectivo de funcionarios del Gobierno Mexicano y partidos políticos a Televisa, y para convertir esas ganancias mal habidas en bienes y servicios de lujo para su disfrute”.

En este marco, revela que siendo los ejecutivos de Televisa copropietarios y beneficiarios finales de las cuentas ya citadas (Marko, Clarinet y MB Consulting) se puede probar que adquirieron un jet Gulfstream que se pagó a través de las cuentas Clarinet y MB Consulting (Prueba Compuesta C, y de un yate de lujo que se liquidó a través de esas mismas compañías fachada).

El denunciante, a su vez, transmitió esta información al Empleado 1 (el punto de contacto exclusivo de Pershing en Broker-Dealer), para que Pershing aprobara y procesara estos pagos (especialmente para las Cuentas Clarinet y MB Consulting. Fernández señala que entre 2011 y 2012 se enteró que los ejecutivos de Televisa, además de ser propietarios de las cuentas de las entidades, eran los beneficiarios finales de varias estructuras offshore, incluyendo fideicomisos, constituidos en paraísos fiscales como Aruba o Panamá, gracias a que asistió a algunas reuniones en las oficinas de Televisa en Santa Fe.

En dichos encuentros, participaban Gómez, Angoitia, Guerrero y José Luis Fernández -o alguna combinación de ellos. Fernández era, y sigue siendo, socio del bufete de abogados fiscalistas Chevez, Ruíz,& Zamarripa (el “Bufete Chevez”), quien supuestamente ayudaba a los ejecutivos de Televisa a ocultar sus bienes.

El denunciante se enteró en estas reuniones que el propósito de estas estructuras opacas era ayudar a ocultar la propiedad de los ejecutivos de Televisa de estos artículos y de muchos otros de extraordinario valor, incluyendo bienes raíces en los EE.UU., y otros jets privados y yates de lujo.

En una de esas reuniones, le habrían solicitado a Fernández fingir un préstamo de la Broker-Dealer a las cuentas de la entidad, con el fin de ayudar al esquema de lavado de dinero, pero se negó por la sospecha de que existía una intención furtiva y fraudulenta, interrumpiendo así su relación de negocios con los ejecutivos de Televisa.

La denuncia de 2016 El 5 de mayo de 2016, The Wall Street Journal publicó la existencia de una investigación en Televisa a raíz de una carta anónima en la que se exponía que ejecutivos de la empresa recibieron pagos en efecto de gobernadores, funcionarios federales y partidos para infomerciales, dinero que presuntamente se bancarizó junto a los ingresos por boletos del Estadio Azteca.

Eduardo Fernández dijo que se enteró de la existencia de esa carta cuando estaba de vacaciones en Londres, por una llamada del abogado Juan Collado, quien le dijo que estaba en las oficinas de Miguel Ángel Osorio Chong, entonces secretario de Gobernación, Collado, según la denuncia, le dijo que los ejecutivos de Televisa pensaban que él era el autor de la denuncia anónima y que el gobierno federal “perseguiría implacablemente al denunciante por exponer el fraude desenfrenado en Televisa”. Fernández dice que Osorio Chong “amenazó igualmente al denunciante durante esta llamada”.

Eduardo Fernández escribe que la denuncia publicada en The Wall Street Journal habla específicamente sobre el jet y al yate comprados mediante su Broker-Dealer, con lo que “comprendió ahora que eran pagos ilegales de sobornos procedentes de las arcas públicas de México o de otras actividades ilegales y delictivas”.

Presunta visita a la FGR Al regresar de Londres, Fernández dice que fue detenido y aislado durante 12 horas en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por la existencia de una alerta migratoria. El denunciante se comunicó con el asistente personal de Angoitia y le dijo que si los ejecutivos de Televisa no se reunían con él filtraría información perjudicial al Wall Street Journal.

La reunión fue aceptada en una oficina en Reforma y Monte Everest, donde Bernardo Gómez le dijo al denunciante que en televisa ahora estaban “convencidos” de la “inocencia” del denunciante sobre la Carta Anónima y su filtración del WSJ, por lo que le ayudarían a remover la alerta migratoria. Fernández narra que Gómez se puso en contacto con Eugenio Imaz, entonces director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) para remover su nombre del sistema migratorio.

La denuncia narra que en esa reunión pudo ver a personal del CISEN en esa oficina, “incluyendo en un espacio dedicado que Gómez describió al Denunciante como un ‘cuarto de guerra’”. Una semana después le citaron para otra reunión, ahora para convencerlo de dar una declaración ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR) diciendo que que nunca tuvo conocimiento de ninguna transacción o uso de efectivo relacionado con Televisa.

En ese momento la PGR estaba encabezada por Arely Gómez, hermana de Leopoldo Gómez, quien se desempeñó durante más de 20 años como ejecutivo en el área de Noticias de Televisa. Fernández dice que se negó a dar tal declaración, pues sería ‘perjurio’, pero sostiene que aceptó porque Bernardo Gómez lo amenazó con inventarle delitos con ayuda de las autoridades mexicanas. Fernández sostiene que el abogado Alonso Aguilar Zinser, representando a Televisa, lo acompañó a la FGR paa realizar la declaración.

Así lo narró: Los procedimientos, que ocurrieron en presencia de un fiscal, consistieron enteramente en que Zinser leyera preguntas guionizadas, y las respuestas falsas y guionizadas del Denunciante, en el expediente para su certificación por la PGR.

Al final de esta farsa, el Denunciante firmó una declaración escrita, declarando falsamente, entre otras cosas, que nunca había visto, o siquiera oído hablar, de dinero en efectivo almacenado o manejado dentro de las instalaciones de Televisa, y que no tenía ningún conocimiento relacionado con el uso de dinero en efectivo por los Ejecutivos de Televisa. Zinser conservó todas las copias de esta declaración falsa.

El abogado negó tajantemente esta versión en una carta enviada a Aristegui Noticias. Después de esa supuesta declaración falsa Fernández no tuvo contacto con ningún ejecutivo de Televisa, hasta 2020. Amenazas Eduardo Fernández narra que buscó a los ejecutivos de Televisa al notar que era blanco de seguimiento de sus comunicaciones electrónicas y también mediante vehículos.

A finales de noviembre de 2020, Fernández se reunió con Gómez y De Angoitia en la oficina de Reforma y Monte Everest. Según la denuncia, los ejecutivos de Televisa reconocieron el seguimiento ilegal de comunicaciones y le advirtieron que no tuviera ningún contacto con Juan Collado, quien había sido detenido en julio de 2019, ni divulgara información sobre la Broker-Dealer. Fernández narra que después de esa reunión recibió una llamada de Emilio Azcárraga.

Durante esa llamada, Azcárraga explicó, entre otras cosas, que estaba al corriente de la reunión del Denunciante con Gómez y Angoitia, que el Denunciante se había “inventado” cualquier información o afirmación sobre la actividad ilegal de lavado a través de Broker-Dealer, y que el Denunciante estaba “a un paso en falso” de sentir todo su poder y fuerza.

La llamada con Azcárraga terminó abruptamente. El Denunciante organizó los registros de Broker-Dealer y recibió información que indica que los Ejecutivos de Televisa podrían estar lavando sobornos ilegales en efectivo a través de otras entidades y esquemas en los Estados Unidos Tras esa llamada, Eduardo Fernández narra que viajó a Estados Unidos para recopilar información y asesorarse con abogados que conoció mientras fue titular de la CNBV.

A principios de febrero de 2021, durante un viaje a Estados Unidos Fernández dice que recibió una llamada de Angoitia a su teléfono móvil, amenazándolo “con desplegar al Gobierno mexicano para detener ilegalmente al denunciante en el aeropuerto a su regreso, al igual que en 2016”. Eduardo Fernández narra que respondió con una “amenaza propia”: que revelaría el esquema de lavado de dinero de los Ejecutivos de Televisa a las autoridades estadounidenses.

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