Internacional
ESTOCOLMO (Sputnik) — Una publicación de la Iglesia de Suecia en la red social Twitter, que consta de una imagen animada de Jesús y un comentario humorístico sobre el viernes y los tacos mexicanos, causó polémica e indignó a muchos creyentes.
La ciudad de Tampa, Florida, está consternada por la actividad de un presunto asesino serial, luego de que se cometieran tres asesinatos en días recientes que las autoridades consideran que podrían haber sido cometidos por la misma persona.
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MADRID — El Parlamento de Cataluña aprobó este viernes la resolución propuesta por los grupos independentistas de proclamar la República catalana e iniciar un proceso constituyente.
Mirella Ponce, una mujer de 20 años que fue arrestada por posesión ilegal de un arma de fuego, se ha convertido en toda una estrella de las redes gracias a una ficha policial compartida por el Departamento de Policía de Fresno, en California.
Según afirmaron los agentes de policía, Ponce pertenece a Tiny Rascal Gang (TRG), una de las pandillas más peligrosas de Fresno. Fue detenida junto con su bebé y dos hombres también involucrados en las actividades de la TRG.
La imagen tomada tras su detención llamó la atención de los internautas estadounidenses gracias al atractivo físico de la joven —con pelo teñido de color azul y distintos tatuajes por todo el cuello—. Los agentes de policía también publicaron una imagen de una pistola de color rosa perteneciente a la pandillera.
"Su único delito fue haberme robado el corazón", declaró el usuario de Facebook Sotero Sánchez. Este comentario ya ha acumulado más de 2.000 'me gusta'.
"No sé quién es más linda, ella o el arma", comentó otro internauta.
"La chica es bella, pero se equivoca al andar en malos pasos con su bebé", expuso la usuaria Tiffani DaDon.
El caso de Mirella Ponce hace recordar a otros delincuentes que se hicieron famosos gracias a su apariencia física, como ocurrió con Jeremy Meeks, quien incluso consiguió trabajo de modelo tras salir de prisión.
La Guardia Civil ha arrestado en Asturias a Isabel Mazarro por su integración en un peligroso grupo dedicado a la extorsión que dirigía su marido, un antiguo terrorista chileno
