La patente de Tesla, fechada el 8 de noviembre de 1898 y descubierta por el tecnólogo Matthew Schroyer, se denominaba 'Descripción del método y el aparato de manejo del mecanismo de buques y vehículos de transporte'.

El invento se caracterizaba por el manejo sin cables, mediante "ondas o pulsos de radiación que se perciban a través del suelo, agua y atmósfera", dentro de su alcance. De manera que Tesla anticipó el uso contemporáneo de las ondas de radio.

De hecho, el autor de este "invento terrible", según su propia opinión, se guiaba por sus ideas humanistas, según atestigua el siguiente fragmento del inventor.

"Mi invento permitirá establecer y mantener la paz entre todos los pueblos gracias al alcance destructivo garantizado e ilimitado".

El primer avión no tripulado militar, predecesor de los drones modernos, fue creado en los años de la Primera Guerra Mundial. Desde entonces, la tecnología ha ido avanzando progresivamente.

Mientras tanto, el vehículo concebido por Tesla evoca otra tecnología que es "mucho más antigua y mucho más destructora y que disuadió a las superpotencias luchar entre sí: la bomba nuclear, que es un hijo sombrío de Oppenheimer, no de Tesla", concluye el autor de Popular Science.