Sin embargo se han descubierto alrededor de 170 ‘Ulfberhts’, que han sido datadas entre los años 800 y 1000 d. C.
Además, el carbón también ha de mezclarse con el metal para, de este modo, lograr obtener un hierro más resistente. Pero la tecnología medieval no permitía que el hierro se calentara a una temperatura tan alta. Por ello, para poder eliminar la escoria se golpeaba: un método mucho menos eficaz.
Sin embargo, las espadas tipo Ulfberht apenas contienen escoria, y presentan una proporción de carbono tres veces mayor que la de otros metales del mismo período. De hecho, se produjeron a base de una aleación conocida como “acero de crisol “. Claro que, hasta su descubrimiento, los expertos creían que los hornos inventados durante la revolución industrial habían sido las primeras herramientas que permitieron calentar el hierro hasta tan elevadas temperaturas.
El herrero de Wisconsin, Estados Unidos, Richard Furrer habló en NOVA sobre las dificultades que entraña elaborar un arma de este tipo. Furrer se auto-proclamó en el documental como una de las pocas personas, en todo el planeta, con las habilidades necesarias como para tratar de reproducir una espada Ulfberht.
“Hacerlas perfectas resulta algo muy complicado, pero sé cómo conseguirlo”,
expuso Furrer en NOVA Además también aseguró que todo herrero capaz de fabricar una espada así debía ser considerado por el resto como alguien poseedor de poderes mágicos. De esta forma aseguró que “ ser capaz de elaborar un arma partiendo de minerales con tanta suciedad es una cosa bastante inaudita ”. Pero es que, elaborar un arma que se podía doblar sin romperse, tan poderosa y con tan poco peso, se consideraría en aquellos tiempos como algo absolutamente sobrenatural.
Furrer pasó varios días de trabajo continuo y meticuloso hasta ser capaz de forjar una espada similar utilizando, claro está, tecnología medieval: el defecto o error más diminuto podría haber convertido la espada en un inservible pedazo de chatarra. Al final pareció declarar su éxito con más alivio que alegría.
Finalmente, los investigadores y expertos creen que resulta posible que tanto el material como los conocimientos técnicos procedieran del Próximo Oriente. A través de la ruta de comercio del río Volga, las culturas procedentes del Próximo Oriente se abrieron paso a través de los asentamientos vikingos al mismo tiempo que aparecieron las primeras Ulfberhts. Un intercambio cultural que también terminó al mismo tiempo que se produjeron las últimas Ulfberhts.
Diferentes niveles de pureza del metal. En estas dos imágenes se puede observar claramente la magnífica consistencia que presenta el acero Ulfberht, casi por completo libre de escoria. Fotografía: La Gran Época/Screenshot/NOVA/National Geograph
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