En una carta dirigida a la compañía estadounidense, el Grupo de Trabajo del Artículo 29 —compuesto por un representante de la autoridad de protección de datos de cada Estado miembro de la UE— aseguró tener "significativas preocupaciones" por la manera en que Microsoft recoge y procesa información personal de los usuarios y por cómo los informa de que el sistema operativo está recolectando sus datos.
Dada la "aparente falta de control por parte de los usuarios para prevenir la recolección o el procesamiento de su información", el Grupo de Trabajo pidió explicaciones acerca de cómo los opt-out —darse de baja de una suscripción—, la configuración predeterminada y otros mecanismos disponibles de control presentes en la instalación del sistema operativo Windows 10 pueden entrar en conflicto con las directivas 95/46/EC de la Comisión Europea sobre protección de datos.
Windows 10 se comercializa desde julio de 2015 y desde su salida al mercado causó controversia por la recolección de datos que realiza por defecto y la manera compleja y poco clara en que el usuario puede evitar este proceso.
La compañía Microsoft podría enfrentarse a serias multas de no adaptarse a las reglas de privacidad establecidas por la Comisión Europea.