Las excavaciones de estas antiguas tumbas revelaron una serie de juguetes de niños que se cree habrían sido ofrecidos como regalos a los niños difuntos para acompañarlos en su viaje al más allá.

Según The Daily Sabah , el profesor Hasan Kasaoğlu de la Universidad Atatürk, director de las labores de excavación en Pario, situado en la provincia turca de Çanakkale, ha afirmado que se han descubierto figuritas de mujeres en tumbas pertenecientes a niñas, mientras que se han descubierto figuritas masculinas en las tumbas de los niños. Kasaoğlu indicaba que los nuevos hallazgos podrían proporcionar valiosa información sobre la estructura sociocultural de la época. “Hace 2.000 años, las niñas jugaban con muñecas similares a las “Barbies”, al igual que hacen ahora,” comentaba Kasaoğlu en The Daily Sabah , añadiendo a continuación que a pesar de que los juguetes han cambiado drásticamente a lo largo de los siglos, la necesidad de jugar y entretenerse propia del ser humano ha seguido siendo la misma hasta nuestros días.

La importancia de los juguetes a lo largo de los siglos

Los juguetes siempre han sido una parte importante de la vida cotidiana en los asentamientos humanos, y diversos hallazgos arqueológicos lo han demostrado una y otra vez. Como informaba Ancient Origins en un artículo del 2015 , pequeñas figuritas fueron descubiertas en la tumba de un niño de corta edad que, según los arqueólogos, se remontaría a hace 4.500 años. Una de las teorías propone que las figurillas podrían haber sido utilizadas como sonajeros o amuletos para ahuyentar a los malos espíritus. El descubrimiento fue realizado por investigadores de la Academia Rusa de Ciencias y el Instituto Jakasio de Investigación de Lengua, Literatura e Historia en la orilla noroeste del lago Itkul, situado en la cuenca de Minusinsk, Rusia. 

Los restos de este bebé se encontraron en el interior de una cuna de corteza de abedul. Este hecho sugiere que el niño tenía menos de un año en el momento de su muerte. Sobre su pecho, los arqueólogos descubrieron ocho figuritas en miniatura con cuernos. Estas figuritas representaban personajes antropomorfos con cabezas de alce, jabalí, diversos pájaros y un carnívoro no identificado. Las figuritas habían sido labradas en asta de ciervo y pintadas con ocre rojo. Algunas de ellas, según los investigadores, tenían cavidades internas y podían producir sonidos como los sonajeros modernos.