Obtener uno requiere tanto de dinero como de la suerte de encontrarlos. Al menos, hasta que llegó la tecnología.
Pure Grown Diamonds es una empresa que ha empezado a fabricar diamantes de este tipo en laboratorio gracias a una innovación tecnológica que produce diamantes de excepcional calidad y pureza.
Gracias a una técnica llamada Deposición Química de Vapor, estos diamantes creados son idénticos a los naturales en su composición y en su aspecto físico. Un gemólogo sería incapaz de distinguir entre un diamante extraído y un diamante de laboratorio.
Por último, la empresa señala dos ventajas más de este tipo de joyas: "son respetuosos con el medio ambiente y libres de conflictos".