Según un estudio, publicado en la revista The Lancet, el corazón es más fuerte y está en mejores condiciones para enfrentarse a una cirugía durante la tarde.

En el estudio de cohorte participaron 596 pacientes, quienes se sometieron a una cirugía de reemplazo de la válvula aórtica. La mitad de los procedimientos se realizaron por la mañana y la otra mitad por la tarde.

Los resultados mostraron que las complicaciones cardíacas posteriores más graves, como los ataques al corazón o la insuficiencia cardíaca, eran menos usuales en el grupo de pacientes que se sometió a la cirugía por la tarde, que en el grupo que se operó por la mañana. De hecho, solo 28 del primer grupo presentaron complicaciones graves, en comparación con 54 pacientes del segundo grupo, es decir, los que se sometieron a la cirugía en la mañana.

Los expertos coinciden en que el reloj biológico del cuerpo, conocido como ritmo circadiano, desempeña un papel fundamental en la recuperación de las personas tras una cirugía cardíaca.

El doctor John O’Neill, del Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica de Reino Unido, explicó: “Desde el punto de vista científico, no nos toma por sorpresa ya que al igual que sucede con el resto de las células del organismo, el ritmo circadiano regula la actividad de las células del corazón.

“Nuestro sistema cardiovascular alcanza su mayor rendimiento entre la media y última hora de la tarde, lo que explica por qué los atletas profesionales suelen alcanzar sus mejores registros a esas horas.

“Por la mañana, tras despertar, el sistema cardiovascular aún no funciona a plena capacidad, lo cual explica en parte por qué los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares se producen con mayor frecuencia por la mañana”.

El doctor Mike Knapton, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón, reveló: “El horario parece ser un factor importante para el éxito de una cirugía, si el procedimiento quirúrgico se practica por la tarde se obtienen mejores resultados.

“Si otros hospitales tienen en cuenta este hallazgo, podría serle útil a los cirujanos a la hora de planificar sus cirugías cardíacas no urgentes”.

Jane Howdle