Larat tomaba la píldora Meliane desde hacía cuatro meses hasta que cayó en coma víctima de un un ictus. Más adelante descubrió que sufre una anomalía genética que aumenta la coagulación de la sangre. En junio, la comisión de accidentes médicos de la región de Aquitania confirmó la relación entre el ictus y la toma de Meliane.
Aconsejada por sus familiares, ha decidido querellarse por lo penal contra el fabricante de la píldora que ella tomaba y contra el director general de la Agencia nacional de seguridad de los medicamentos (ANSM), por su «violación manifiesta de los principios de precaución ciudadana».
La joven está asistida jurídicamente por el gabinete de Jean-Christophe Coubrir, especialista en este tipo de querellas, tras sus asistencia jurídica a las 2.500 víctimas del adelgazante Mediator. «Evaluaremos la demanda, una vez la hayamos recibido», aseguraron desde Bayer, que recuerda, en un comunicado remitido a ABC, que los anticonceptivos orales combinados «son seguros y efectivos y poseen un perfil de riesgo/beneficio favorable si se usan según las indicaciones».
Larat es la segunda víctima francesa que denuncia los anticonceptivos orales de tercera generación. En 2007, una joven de 17 años, Théodora, fue víctima de una embolia pulmonar, a las pocas semanas de utilización de la píldora Mercilon. El Ministerio de Sanidad francés ha retirado estos anticonceptivos de las listas de medicamentos reembolsados por la seguridad social.
En España, se comercializa Meliane, pero su uso es «minoritario» por la llegada de otras píldoras «más modernas y con más ventajas», aclara Ezequiel Pérez Campos, presidente de la Fundación Española de Contracepción (FEC).
La Agencia Española del Medicamento advirtió en 2001 de que el riesgo de tromboembolismo venoso era dos veces mayor en la píldora de tercera generación frente a la de segunda generación (levonorgestrel). Aún así, el riesgo es bajo: de 30 a 40 casos por 100.000 mujeres-año. «Estos eventos aparecen en personas con algún factor de riesgo», dice el experto, que envía un mensaje de «tranquilidad» a las mujeres que usan esta píldora desde hace años.