No obstante, este siniestro cráter de 69 metros de diámetro y 30 metros de profundidad no es obra de naturaleza. Se creó en 1971, cuando una expedición de geólogos soviéticos llegó a la zona en busca de gas natural, pero la tierra "se tragó" la perforadora, después de lo cual decidieron prender fuego al cráter, según relató a Sputnik el viajero ALexéi Kamerzánov.
Más de cuatro décadas después, "la puerta del infierno" sigue ardiendo debido a una gran cantidad de gases dentro del pozo.