La información de Nikkei coincide con otra del Wall Street Journal en el mismo sentido publicada el mismo día. Según el periódico neoyorquino, Apple había reducido "casi a la mitad" los pedidos a sus proveedores. Para el trimestre de enero a marzo la empresa de Cupertino había ordenado 65 millones de pantallas para su móvil iPhone 5, de diferentes dimensiones a sus anteriores teléfonos. La orden de recorte también ha llegado a Japan Display.
En el tercer trimestre del pasado año, Apple vendió el 14,6% de todos los smartphones del mundo, pero un año antes su cuota del mercado era del 23%. Estas cifras contrastan con las de su rival Samsung, que en dos años ha pasado del 8% al 31,3% del mercado.
La pùblicación de estas informaciones por ambas vías ha tenido una recpercusión inmediata en la bolsa Nasdaq de Nueva York, con una caída superior al 3% del valor, llegando en algún momento a cotizar por debajo de los 500 dólares, exactamente a 498,51%, lo que no ocurría desde febrero de 2012. Posteriormente, Apple recuperó algo las pérdidas. Los analistas de Wall Street, pese a todo, prevén fuertes ganancias de la compañía en los resultados trimestrales que presentará la prócima semana.
A mediados del pasado septiembre, en la semana previa al lanzamiento del iPhone 5, la acción de la compañía cotizó por encima de los 700 dólares, su máximo histórico. Desde ese mes, la acción de Apple ha perdido el 30% de su valor.
Como es habitual, Apple no ha salido al paso de las noticias sobre la reducción de pedidos para el actual trimestre. Las únicas cifras que proporcionaron sobre las ventas del iPhone 5 fueron las del primer fin de semana en que se puso a la venta, el 22 de septiembre, cuando señalaron que se habían batido todos los récords.