El plástico que comemos en los alimentos y el agua equivale a una tarjeta de crédito cada semana
El ciclo se da así: la basura plástica que producimos y consumimos, en algún punto, termina en el mar. Después de cierto tiempo, esa basura se va descomponiendo y las especies marinas la consumen. Cuando esos productos del mar llegan a nuestro plato, ¡voilà!, el plástico pasa a nuestro cuerpo. De la misma manera se contaminan otros alimentos fundamentales para la especie humana, como el agua y la sal.
En promedio, consumimos cinco gramos de plástico por semana. Eso es lo que pesa una tarjeta bancaria. Ahora imagina una de esas en tu estómago y suma una cada siete días.
La ciencia desconoce cuáles serán las consecuencias a futuro de la gran ingesta de plástico que tenemos hoy, pero es fácil pensar que una intoxicación constante y sostenida por años con microplásticos no puede ser buena.
“El plástico está contaminando nuestro planeta en las trincheras oceánicas más profundas, pero ahora sabemos que también está contaminando nuestros cuerpos, a través de los alimentos que comemos y el agua que bebemos“, señaló Alex Taylor, jefe de Política Marina de la WWF.
La organización hizo un llamado urgente a detener la tremenda contaminación con plástico derivada de las actividades humanas y que ha cobrado la vida de muchos ejemplares marinos que se lastiman o se ahogan al ingerir los desechos plásticos que las sociedades del mundo producen.