La Viagra, que tantos réditos le ha proporcionado a Pfizer, se utiliza para tratar la disfunción eréctil, ya que asegura el suministro de sangre necesario para poder tener una erección. Sin embargo, ya desde hace un tiempo se ha observado que se muestra como un "resistente" a la obesidad.
Por ello, los investigadores de Bonn, junto a expertos del Instituto Federal Alemán de Medicamentos y Productos Sanitarios y del Instituto Max Planck para la Investigación del Corazón y Pulmón, se han decidido a realizar este estudio, que publica la revista The Journal of the Federation of American Societies for Experimental Biology (FASEB).
Para ello, administraron Viagra a roedores durante siete días, tras lo que se observaron "efectos increíbles". Vieron que las células de grasa blanca "se transformaron" derritiendo la grasa acumulada.
Además, los expertos han confirmado que la Viagra "impide" que se acumulen lípidos y que liberen hormonas causantes de inflamación. Este proceso es el causante del aumento del riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Por todo lo anterior, el doctor Alexander Pfeifer, director del estudio, concluye que este fármaco, además de minimizar los problemas de erección, "también puede reducir el riesgo del aumento excesivo de peso". Sin embargo, descarta que la Viagra haga perder "rápidamente" los kilos de más.