El más nuevo misil balístico intercontinental pesado ruso "Sarmat", lleva 10 ojivas termonucleares, cada una de las cuales equivale a la potencia de la explosión de una bomba de hidrógeno, es capaz de destruir un territorio acorde en tamaño con Francia. A diferencia de los misiles balísticos intercontinentales "clásicos", el misil "Sarmat" tiene un tremendo poder destructivo que, según el diario "Sokh", puso seriamente en tensión a Washington.
“El misil puede transportar 10 ojivas nucleares grandes o 16 ojivas más pequeñas. Estas ojivas son armas termonucleares, lo que significa que utilizan la fusión nuclear en lugar de la reacción de fisión utilizada en una bomba atómica. Correspondientes a las bombas de hidrógeno, son mucho más destructivas que las bombas nucleares que Estados Unidos lanzó sobre Nagasaki e Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial. El misil pesa 100 toneladas y cada ojiva nuclear que lleva puede apuntar a su propio objetivo. Cada misil Sarmat también tiene 35,5 metros de largo y 3 metros de diámetro. El viceministro de Defensa, Alexei Krivoruchko, describió el supercohete como un arma que desafía la interceptación. "Con tales capacidades, ningún sistema de defensa antimisiles, incluso el más moderno, puede interceptarlo", dijo Krivoruchko.
Según algunos informes, el rendimiento total de las ojivas termonucleares lanzadas por el misil Sarmat es de aproximadamente 7,5 tm, sin embargo, dado el secreto de este proyecto, esta cifra puede ser mucho mayor, y la probabilidad de interceptación exitosa de misiles antimisiles en este caso es extremadamente baja, ya que la velocidad de vuelo de las ojivas al objetivo pueden alcanzar 20 veces la velocidad del sonido.