¿Son graves? ¿Los que tengan alergia deberían evitarla? Los alergólogos responden
Ha llegado la hora de la verdad: la vacunación masiva contra el covid-19 ha arrancado en un centenar de países, y aunque a un ritmo más bajo de lo deseable (salvo excepciones, como Israel, Emiratos Árabes, Reino Unido y Estados Unidos), el dato es que ya se han administrado más de 200 millones de dosis en el mundo.
En España se han puesto, hasta el momento, más de tres millones de dosis, y algo más de un millón de personas ya han recibido las dos dosis, lo que garantiza una protección superior al 95% frente al covid-19. La llegada de nuevas remesas de las distintas vacunas ha impulsado la estrategia inmunizadora de las comunidades autónomas, que ya han establecido el orden de vacunación en función de distintos grupos de riesgo.
La población se ha rendido a estos fármacos como la mejor vía para recuperar lo antes posible la normalidad prepandemia, y prueba de ello es que el 72% de los ciudadanos está dispuesto a vacunarse (32 puntos más que en diciembre), según recoge el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de enero.
Pero, a medida que se acerca la hora de ponerse la vacuna, aumentan las preguntas sobre las potenciales reacciones y, lo más importante, su gravedad. Hace unos días, la prestigiosa revista 'Nature' publicó un artículo con toda la información disponible hasta la fecha de cada tipo de vacunas. De las de ARNm -Pfizer y Moderna-, el Sistema de Notificación de Eventos Adversos a Vacunas (VAERS) de Estados Unidos ha recogido 372 eventos no graves por cada millón de dosis administradas. Los efectos son más habituales después de la segunda dosis y consisten en dolor en la zona de la inyección, cefalea, cansancio y fiebre.
Sospechoso de causar una reacción grave
Aunque la cifra de reacciones reportada es baja, “los médicos están comprobando que son más habituales que para la vacuna de la gripe”, sostiene Helen Chu, especialista en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle. La explicación que ofrece es que “las vacunas de ARNm covid-19 generan una respuesta inmune particularmente fuerte que aumenta el riesgo de efectos secundarios, aunque esto también significa que las vacunas están funcionando”.
El organismo estadounidense reporta tres casos de reacciones anafilácticas (muy graves) por millón de dosis de la vacuna de Moderna y cinco con la de Pfizer, una cifra que aunque muy baja supera un caso por millón con la de la gripe. Para la de Oxford (AstraZeneca), que ha llegado a España este mismo mes, el VAERS ha comunicado 30 casos de anafilaxia entre los 3 millones dosis administradas.
La mayoría de las personas que experimentaron esta grave reacción tenía antecedentes de alergias, según los Centros para el Control de Enfermedades de EEUU.
El polietilenglicol, utilizado como excipiente en las vacunas de ARNm, puede ser el causante de reacciones graves
Los científicos piensan que el causante de las reacciones graves puede ser el excipiente empleado en las vacunas de Pfizer y Moderna, que es polietilenglicol (que no aparece en la vacuna de Johnson & Johnson), “una molécula que está presente en muchos productos, desde fármacos a cosméticos y que, generalmente, causa dermatitis de contacto”, especifica Nancy Ortega, presidenta del comité de alergias a medicamentos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). La de Moderna contiene, además, trometamol, que “está presente en antibióticos y en algunos antiinflamatorios (aine).
Ortega, también alergóloga del Hospital Universitario Doctor Negrín, de Las Palmas de Gran Canaria, insiste en que “no es necesario hacer ningún estudio alergológico previo para saber si una persona es alérgica a los excipientes señalados, porque es una alergia muy poco habitual, y en el caso de que alguien lo fuese, lo normal es que haya tenido reacciones en el pasado”.
¿Mejor no vacunar?
Algunos expertos advierten de que, quizá, las personas con reacciones alérgicas graves deberían evitar vacunarse. ¿Esa recomendación es extensible a todos los alérgicos? “Estas nuevas vacunas, las de ARNm y la de adenovirus (AstraZeneca), son igual de seguras para los alérgicos que las de la gripe o el sarampión”, asegura Ortega. Ahora bien, aconseja, “si alguien ha tenido una reacción a otra vacuna, su médico debería remitirlo al alergólogo para que lo estudie y determine el componente de la vacuna que le causó la reacción entonces y contrastar si coincide con alguno de las nuevas vacunas para el covid-19”. Solo en el caso de que, efectivamente, coincida algún componente, “no se puede administrar esa vacuna”.
Ángeles Gómez