* El permiso en la década de 1960 para permitir la tecnología fue un "error médico histórico".

La decisión de la comunidad médica de la década de 1960 de permitir los implantes mamarios de silicona para la cirugía estética y la reconstrucción fue un "error médico histórico", según investigadores de la Universidad Ariel, el Centro Médico Sheba, la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv y el Ministerio de Salud. de la Federación Rusa.

“La sociedad médica consideró erróneamente que la silicona era un material inerte en relación con el cuerpo humano y el sistema inmunitario”, escribió el equipo encabezado por el inmunólogo de la TAU, el Prof. Yehuda Shoenfeld, y el biólogo molecular de la Universidad Ariel, el Dr. Gilad Halpert, en el último número de IMAJ, la revista en inglés de la Asociación Médica de Israel, bajo el título “La enfermedad de las mamas de silicona [SBI] como un ejemplo clásico de síndrome autoinmune/inflamatorio inducido por adyuvante”.

“La sociedad médica consideró erróneamente que la silicona era un material inerte en relación con el cuerpo humano y el sistema inmunológico”. El estudio A lo largo de los años y en todo el mundo, “ se han acumulado muchos informes sobre el efecto perjudicial de los implantes de silicona en la salud humana, y se ha suscitado un gran debate sobre la seguridad de estos implantes ”.

El estudio El equipo entrevistó a muchas mujeres con SBI que tenían fatiga severa, depresión, dolor generalizado, palpitaciones, pérdida de memoria, ojos secos y boca seca, y un tipo raro de linfoma (cáncer de la sangre), entre otras complicaciones. Algunas mujeres recibieron medicamentos antidepresivos y antipsicóticos que no mejoraron sus condiciones e incluso las empeoraron.

“Tanto los médicos como los científicos deberían trabajar juntos para encontrar alternativas a los implantes de silicona y encontrar tratamientos para los síntomas graves informados por mujeres con SBI y por otros pacientes con sospecha de trastornos relacionados con la disautonomía autoinmune”, escribieron. La silicona no es un material natural sino un "polímero ramificado que ha sido fabricado a partir de átomos de sílice... Se ha demostrado que la exposición prolongada de los seres humanos a la sílice desencadena enfermedades autoinmunes", en las que el sistema inmunológico del cuerpo ataca los tejidos y órganos del cuerpo.

Después de escuchar muchas quejas, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) impuso una moratoria a los implantes de silicona entre 1992 y 1996. “Más tarde, la FDA permitió su uso si las compañías que los vendían proporcionaban información relevante sobre los informes de los pacientes sobre los efectos secundarios y manifestaciones clínicas posteriores a los implantes”, escribieron los autores.

Pero, de hecho, las empresas continuaron vendiendo los implantes y no informaron la información requerida por la FDA . Un grupo en los Países Bajos informó que las micropartículas de un polímero pueden migrar a la tiroides, el intestino, la médula espinal e incluso la lluvia en una mujer que se había sometido a un implante y murió de cáncer de mama.

Un gran estudio israelí publicado en el International Journal of Autoimmunity en 2018 que comparó a 20,000 mujeres con SBI con 100,000 controles encontró que muchas de las que recibieron implantes de silicona desarrollaron el síndrome de Sjogren (ojos secos y boca seca), sarcoidosis (pequeñas manchas de tejido rojo e hinchado que se desarrollan en el órganos del cuerpo); artritis reumatoide y fibromialgia (que causa dolor en todo el cuerpo, problemas para dormir, fatiga y, a menudo, angustia emocional y mental).

Los investigadores instaron a los proveedores de atención médica, médicos de familia, cirujanos plásticos y reumatólogos a “ser más conscientes de la asociación de los implantes mamarios de silicona” y las manifestaciones clínicas reportadas por sus pacientes. Una alternativa a los implantes es el injerto de grasa de la propia paciente en las mamas para su reconstrucción tras su extracción por cáncer de mama; esto no provoca ninguna reacción por parte del sistema inmunológico.