Los fósiles fueron recogidos durante tres temporadas de trabajo de campo en los veranos de 2006, 2008 y 2010, y tienen unos 3,5 millones de años de antigüedad, de la época del Plioceno medio. Otros fósiles hallados en el mismo lugar sugieren que este camello del Alto Ártico vivió en un ambiente de bosque tipo boreal durante una fase de calentamiento global en el planeta.
El tamaño de los fósiles sugiere que el animal medía un 30% más que los camellos actuales. Los investigadores calculan que medían unos 2,7 metros desde las patas al hombro.
La investigación, liderada por la doctora Natalia Rybczynski junto con coautores como el doctor John Gosse, de la Universidad de Dalhousie, en Halifax (Canadá), y el doctor Mike Buckley, de la Universidad de Manchester, en Reino Unido, se publica en la edición online de este martes de la revista 'Nature Communications'.
"Este es un descubrimiento importante porque proporciona la primera evidencia de camellos que vivieron en la región del Alto Ártico", explica Rybczynski, un paleontólogo de vertebrados en el Museo Canadiense de la Naturaleza, que ha dirigido numerosas expediciones de campo en el Ártico canadiense.
"Se amplía el rango previo de camellos en América del Norte hacia el norte por cerca de 1.200 kilómetros y sugiere que el linaje que dio origen a los camellos modernos puede originalmente haberse adaptado a vivir en un medio ambiente forestal Ártico".
Los huesos de camellos fueron recogidos en una cuesta empinada en el sitio Bed Fyles Leaf, un depósito de arena cerca de Strathcona Fiord, en la isla de Ellesmere. Los fósiles de hojas, madera y otros materiales vegetales se han encontrado en este sitio, pero el camello es el primer mamífero recuperado allí. En una localidad cercana rica en fósiles en Strathcona Fiord, conocida como Beaver Pond, se han hallado fósiles de mamíferos del mismo periodo de tiempo, como el tejón, el castor y el caballo de tres dedos.
Temperaturas cálidas
Determinar que los huesos eran de un camello fue un reto. "La primera vez que toqué un fragmento, pensé que podría ser de madera. Sólo de vuelta en el campamento de trabajo he podido comprobar no sólo que era hueso, sino también que era de un mamífero fósil más grande que cualquier cosa que he visto en los depósitos", explica Rybczynski sobre el momento en que ella y su equipo descubrieron algo inusual.
Algunas de las características físicas importantes sugirieron que los fragmentos fósiles eran parte de una gran tibia, el principal hueso inferior de la pierna en los mamíferos, y que pertenecían al grupo de los animales de pezuña hendida conocidos como artiodáctilos, que incluye vacas, cerdos y camellos.
Los archivos digitales de cada uno de los 30 fragmentos de hueso se produjeron usando un escáner láser 3D para ensamblar y alinear las piezas. El tamaño del hueso de la pierna reconstituida sugería que era de un mamífero muy grande y, en ese momento en América del Norte, los mayores artiodáctilos eran los camellos.
"Ahora tenemos un registro fósil nuevo para entender mejor la evolución de camellos, ya que nuestra investigación muestra que su linaje habitó el norte de América del Norte durante millones de años, y la explicación más simple para este patrón sería que se originó allí", explica Rybczynski. "Así que tal vez algunas especializaciones de los camellos modernos, como los pies planos anchos, ojos grandes y jorobas de grasa, pueden ser adaptaciones derivadas de vivir en un ambiente polar", agrega.
El trabajo científico también asegura por primera vez una edad precisa de los sitios Bed Fyles Leaf y Beaver Pond, de por lo menos 3,4 millones años de edad, como determinó el doctor John Gosse, de la Universidad canadiense de Dalhousie. La fecha es significativa porque corresponde a un periodo de tiempo en que la Tierra era entre 2 y 3º C más cálida que hoy y el Ártico, entre 14 a 22º C más cálido.