Un poderoso sistema de guerra electrónica ha estado realizando una poderosa interferencia electrónica de una base militar en el oeste de Rumania, donde se encuentran los cazas F-35 estadounidenses, durante aproximadamente una semana.

Así lo demuestran los datos del servicio GPSJam, según los cuales un complejo no identificado lleva a cabo una poderosa supresión electrónica sobre la parte suroeste del Mar Negro, parte del espacio aéreo de Bulgaria, Rumania y Turquía.

Según la información proporcionada, el 4 de enero se registraron los primeros casos de supresión del espacio aéreo en la zona del Aeropuerto Internacional de Constanta, donde se encuentran las aeronaves de la Fuerza Aérea Rumana, la OTAN y Estados Unidos.

Desde entonces, la base aérea militar, ubicada a solo 300 kilómetros de Crimea, ha estado bajo una poderosa influencia de la guerra electrónica, que interrumpe el funcionamiento del GPS, los equipos de radar y los dispositivos electrónicos.

No fue posible establecer la ubicación exacta del complejo de guerra electrónica y su tipo, sin embargo, este último no establece una interferencia continua, ya que la parte del Mar Negro entre la costa de Rumania y Crimea no está sujeta a ninguna interferencia.

Además, al parecer, la producción de interferencias electrónicas se realiza a determinadas alturas, ya que no se registran fallos a nivel del mar. Dada la sensibilidad de los F-35 estadounidenses a varios tipos de interferencia, esto crea un problema grave para el uso de este tipo de aeronaves.