En 1770, Samuel Washington, hermano del célebre primer presidente de los Estados Unidos, George Washington, se trasladó a vivir a Charles Town (fundada en Virginia Occidental por el también hermano de ambos, Charles Washington). En concreto, se mudó a la casa Harewood, la primera de varios hogares que algunos de los miembros de la familia poseerían en la zona.
Hoy en día aquel inmueble sigue en pie y aún pertenece a sus descendientes, que la utilizan como residencia privada.
Incluso allí permanecen los restos de sus primeros moradores, enterrados en el cementerio familiar ubicado en la parte posterior del jardín.
Sin embargo, el paso del tiempo ha hecho estragos en aquel pequeño camposanto, hoy cubierto por la maleza. Los huesos, fragmentados y desperdigados, se confunden sin nombre enterrados en el terreno dos siglos después de que fueran allí depositados.
Ahora, gracias a nuevas tecnologías de secuenciación del ADN, se han podido identificar los huesos de Samuel Walter Washington y George Steptoe Washington Jr. (sobrinos nietos del histórico presidente) y su madre, Lucy Payne Washington (quien se casó con el hijo de Samuel Washington).
Un hallazgo que no solo proporciona a la familia la identificación de sus familiares, sino que abre la puerta a poner nombre y apellidos a, por ejemplo, los restos rescatados de conflictos como la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Vietnam, según indican los autores del estudio publicado en la revista 'iScience' y que detalla los pormenores de esta búsqueda genética.
Una sorpresa: matrimonios entre primos El cementerio de la casa Harewood era una gran oportunidad para probar las nuevas técnicas de secuenciación genética: se tenía un cerco de las personas enterradas allí; pero, aparte, se podía contrastar con familiares vivos.
Así, se realizaron diferentes pruebas, incluyendo análisis de ADN del cromosoma Y para evaluar las relaciones paternas, secuenciación del ADN mitocondrial para evaluar las relaciones maternas y un método recientemente desarrollado para analizar datos de secuenciación de próxima generación (NGS, por sus siglas en inglés), que incluyen alrededor de 95.000 polimorfismos nucleares de un solo nucleótido (SNP, por sus siglas en inglés).
Estos son lugares en el genoma donde hay tan solo una letra del ADN cambiada y que en este caso pueden ayudar a predecir una ascendencia más lejana.