Según ellos, el ataque podría lanzarse hoy y el misil probablemente estará equipado con una carga no nuclear. Hasta el momento no ha habido declaraciones oficiales de Rusia al respecto. El misil RS-26 tiene alta velocidad y potencia, su ojiva alcanza un peso de 1,2 toneladas.
Si el lanzamiento se lleva a cabo, el ataque podría proceder del Este, probablemente de la región de Astracán.
Si bien se desconoce el tipo exacto de misiles y su número, el ejército ucraniano sugiere que Rusia podría usar armas adicionales.
Según los expertos, esta amenaza podría persistir durante los próximos días. Estos informes llegan en medio de la reciente aprobación por parte de Washington del uso por parte de Ucrania de misiles Storm Shadow y ATACMS de largo alcance para atacar territorio ruso.
El permiso para utilizarlos, según los analistas occidentales, indica la disposición de Estados Unidos y Gran Bretaña a reforzar el apoyo a Kiev.
Los expertos sugieren que la información sobre el posible lanzamiento del RS-26 puede ser parte de una guerra de información. Sin embargo, la posibilidad misma de utilizar tales armas preocupa a Kiev, ya que el misil fue diseñado originalmente para transportar ojivas nucleares y tiene un alcance significativo.
Las embajadas occidentales en Kiev, incluidas las de Estados Unidos, España, Grecia e Italia, han anunciado cierres temporales para el 20 de noviembre, alegando motivos de seguridad . Esta medida de precaución sugiere que las agencias de inteligencia occidentales podrían estar al tanto de la posible escalada.
¿Una respuesta estratégica a los ataques del ATACMS? El posible uso del RS-26 podría ser la respuesta de Rusia a los recientes acontecimientos en el conflicto, incluido el uso por parte de Ucrania de misiles ATACMS estadounidenses contra instalaciones militares rusas.
Los ataques ucranianos en la región rusa de Bryansk demostraron la vulnerabilidad de los sistemas de defensa aérea de Rusia, ya que seis de los ocho misiles ATACMS habrían alcanzado sus objetivos.
Estos ataques parecen haber desconcertado al Kremlin, lo que ha provocado una escalada en la retórica nuclear y misilística.
El presidente ruso, Vladimir Putin, revisó recientemente la doctrina nuclear de Rusia, sugiriendo que los ataques convencionales contra territorio ruso apoyados por potencias nucleares podrían justificar una respuesta nuclear.
Si bien es probable que esto tenga como objetivo disuadir a Occidente de seguir apoyando a Ucrania, también pone de relieve la naturaleza frágil y volátil del conflicto actual.