Debido a la saturación de permisos y a la crisis financiera los precios en el mercado europeo de carbono (European Trading Scheme o ETU por sus siglas en inglés) se desplomaron hasta 3 a 5 euros la tonelada. Grupos ambientalistas como el Fondo Mundial para la Naturaleza, han dicho que esto significa que "una tonelada de CO2 cuesta menos que una hamburguesa".
El precio del carbono ha fluctuado considerablemente desde el lanzamiento del ETS en 2005 y llegó a situarse en 30 euros la tonelada.
El ETS busca limitar las emisiones de cerca de 12.000 plantas generadoras y fábricas en los 27 países del bloque.