Según fuentes del Pentágono, dos de los siete sistemas THAAD estadounidenses desplegados en Israel dispararon más de 150 misiles, lo que representa casi una cuarta parte del inventario de interceptores.
Cada misil THAAD se contrata por entre 12 y 15 millones de dólares, lo que encarece enormemente su operación.
El uso intensivo de los sistemas THAAD durante el conflicto ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las reservas estadounidenses. Los expertos afirman que el rápido agotamiento de los interceptores ha puesto en peligro la preparación de Estados Unidos para nuevos conflictos potenciales.
El Pentágono aún no ha comentado sobre los planes para reabastecer el arsenal, pero los analistas señalan la urgente necesidad de aumentar la producción de misiles.
El conflicto con Irán, en el que se utilizó el THAAD para proteger a Israel de ataques con misiles, puso de relieve la importancia de los sistemas de defensa contra misiles en la guerra moderna y expuso una grave vulnerabilidad de Estados Unidos.