Los resultados obtenidos revelaron que el consumo de estas galletas de chocolate con relleno cremoso activa más neuronas en el "centro del placer" del cerebro que la adictiva droga.
"Esto podría explicar por qué algunas personas no pueden resistir esta comida a pesar del hecho de que saben que es mala para ellos", explicó el profesor de neurociencias Joseph Schroeder, autor del estudio.
Schroeder agregó que el verdadero peligro para la salud es que, a diferencia de las drogas, las galletas ricas en grasa y azúcar están disponibles al público.
Los autores del estudio agregaron que -aunque no sea relevante científicamente- los ratones al igual que los humanos, comienzan comiendo las galletas por el relleno cremoso.
La empresa productora de las galletas no ha hecho comentarios al respecto.