Hasta ahora experimentos en animales habían sugerido que la dieta de la madre puede activar o apagar genes.
Para hacer una prueba de principio en seres humanos, investigadores de Estados Unidos y Reino Unido hicieron un seguimiento a mujeres de la zona rural de Gambia, donde las temporadas de climáticas -de lluvia y sequía- influye enormemente en la dieta de las poblaciones.
Allí, los científicos siguieron a 84 mujeres embarazadas que concibieron en el punto máximo de la temporada de lluvia, y a aproximadamente el mismo número de mujeres que quedaron embarazadas en el momento cumbre de la temporada de sequía.
Se midieron los niveles de nutrientes de las madres a partir de muestras de sangre, y se analizó el ADN de los bebés entre los dos y los ocho meses después de nacer.
Según los expertos, el resultado hace hincapié en la necesidad de una dieta bien balanceada no sólo durante el embarazo, sino para la concepción.
La jefa del estudio, doctora Branwen Henning, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, dijo que ésta era la primera demostración en seres humanos sobre cómo la nutrición de la mujer puede cambiar la interpretación de los genes del niño por el resto de su vida.
"Nuestros resultados han demostrado que la nutrición de preconcepción y al principio del embarazo es importante, pues puede tener implicaciones para la salud en las siguientes generaciones", le dijo a la BBC. "Las mujeres deberían tener una dieta balanceada antes de quedar embarazadas".
Efectos epigenéticos
Experimentos en ratones han demostrado que la dieta durante el embarazo pueden tener un efecto de por vida en los genes de las crías.
Por ejemplo, el color de la piel de un ratón está influenciado por lo que coma la madre.
A esto se le conoce como "efectos epigenéticos", modificaciones en el ADN que encienden y apagan genes.
Una modificación consiste en la fijación de sustancias químicas llamadas grupos de metilo en el ADN.
El equipo de investigación descubrió que los niños que fueron concebidos durante la época de lluvia tenían niveles más altos de metilación en los seis genes estudiados. Y esto tenía relación con varios niveles de nutrientes en la sangre de las madres.
Sin embargo, todavía no saben cuál es la función de esos genes y qué efectos puede tener.
Tras la dieta perfecta
El doctor Rob Waterland, quien participó en el estudio y es de la escuela de medicina de Baylor, en Houston, dijo que los resultados publicados en la revista Nature Communications, eran una prueba de principio sobre cómo la dieta de la madre puede tener efectos epigenéticos.
La investigación mostró que la nutrición de la mujer "puede dejar marcas permanentes en todas las células del genoma de sus hijos", le dijo a la BBC.
Mientras que otro de los autores, el doctor Andrew Prentice, profesor de nutrición internacional de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, agregó que "su mayor objetivo es definir la dieta óptima para las futuras madres de manera que puedan prevenir defectos en el proceso de metilación.