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Lunes, 02 Junio 2014 13:15

'Superhormonas' contra el cáncer de próstata Destacado

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En España se diagnostican cada año unos 25.000 nuevos casos de cáncer de próstata, el más habitual en hombres. En la actualidad, gran parte de la investigación se dirige hacie al 20-30% de ellos que ha dejado de responder a los tratamientos y desarrolla metástasis. Un fármaco autorizado desde 2012 para ser usado después del fracaso de la quimioterapia acaba de demostrar ahora que podría ser útil también como primera opción.

 

Un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM) coincidiendo con el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) -que se celebra hasta el martes en Chicago, EEUU- he demostrado que el medicamento puede retrasar más de dos años la necesidad de usar quimioterapia en un subgrupo concreto de pacientes con cáncer de próstata.

Desde los años 40 aproximadamente se sabe que los tumores prostáticos utilizan las hormonas masculinas como gasolina para su crecimiento. Aunque el uso de tratamientos hormonales suele ser eficaz en este escenario, es habitual que los tumores desarrollen resistencias y dejen de responder al tratamiento.

Como explica a EL MUNDO el doctor Joan Carles, jefe del programa de Tumores Genitourinarios del Hospital Vall d'Hebron y uno de los firmantes del trabajo, se considera que el tumor ha dejado de responder al tratamiento hormonal porque se detectan nuevas lesiones en la gammagrafía, porque algún ganglio o lesión pulmonar ha crecido o por el aumento del PSA en tres análisis consecutivos.

Si esos pacientes, además, tienen muchos síntomas, como el dolor, los oncólogos no dudan en iniciar el tratamiento con quimioterapia. "Pero si el paciente está asintomático, hasta ahora teníamos muchas dudas sobre el inicio de la quimioterapia, por los efectos que este tratamiento en la calidad de vida".

El nuevo estudio con 1.700 pacientes de 200 centros de todo el mundo (entre ellos el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona) resolvería en parte ese dilema al demostrar que enzalutamide ("una especie de superhormona, un antiandrogénico muy potente") puede retrasar una media de 28 meses el uso de quimioterapia en estos pacientes.

Los resultados, dirigidos desde Oregon por el doctor Tomasz Beer, han demostrado que, frente al uso de placebo, el tratamiento reduce más de un 80% la progresión de la enfermedad y hasta un 29% el riesgo de muerte. "Desgraciadamente los pacientes acaban por fallecer, no quiere decir que ese 29% se cure", aclara el doctor Carles, "sino que logramos retrasar el fallecimiento"; aunque en términos estadísticos esa reducción es de poco más de dos meses.

Enzalutamide no es el único tratamiento disponible en ese nicho de pacientes, y como añade el doctor Carles, ya hay en la actualidad otros ensayos en marcha para comparar su uso combinado con otro de estos tratamientos (abiraterona). Además, hay también en marcha otros estudios con distintos subgrupos de pacientes para afinar lo mejor posible la terapia. Porque, como admite Carles, en pacientes sin síntomas y cuyo único signo de que han progresado es la subida del PSA en los análisis (sin ninguna prueba radiológica que demuestre nuevas lesiones) siguen existiendo dudas más que razonables sobre los pasos a seguir y sobre si algún tratamiento es más eficaz que un simple seguimiento estrecho hasta que la enfermedad dé la cara de otra manera.

"Este estudio en teoría despeja esa duda", añade por su parte el doctor Daniel Castellano, presidente del Grupo Español de Oncología Genitourinaria, "aunque el oncólogo podría decidir con su paciente darle un compás de espera". Nuevos estudios, añade este especialista del Hospital 12 de Octubre de Madrid, deberían ayudar a determinar los factores predictivos que permitan elegir qué pacientes deben recibir tratamiento cuanto antes y cuáles se pueden permitir esa espera.

Enzalutamide está autorizado desde agosto 2012 en EEUU y unos meses más tarde en Europa (aunque en España el Ministerio aún no le ha puesto precio, por lo que sólo se puede usar por un procedimiento burocrático especial), para usar en varones con cáncer de próstata metastásico que ya han recibido quimioterapia previamente. Sin embargo, todo indica que con los resultados de este ensayo en fase III podrían servir a su fabricante (promotor de este estudio) para solicitar también su autorización en primera línea. Es decir, sin necesidad de esperar a las recaídas.

El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres (seguido del de pulmón), con casi 900.000 casos nuevos al año en el mundo. La incidencia de la enfermedad en nuestro país -unos 25.000 diagnósticos al año- es muy similar a la de otros vecinos de nuestro entorno, donde el de próstata representa en torno al 20% de los diagnósticos de cáncer en varones.

Gracias a los avances registrados en los últimos años, la supervivencia en estos pacientes ha mejorado casi un 20% en los últimos 30 años, y se sitúa aproximadamente en un 65,5% de los pacientes (lo que quiere decir que más de seis de cada 10 afectados sigue con vida a los cinco años del diagnóstico). En España mueren unas 6.000 personas al año por este diagnóstico, lo que lo convierte en la tercera causa de muerte por cáncer (tras los de pulmón y colon).

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