Al manchar la placa con la curcumina, los científicos pueden detectarla en la retina, incluso antes de que comience a acumularse en el cerebro.
Si hace sólo unos días científicos británicos daban cuenta de una prueba de sangre que puede predecir el comienzo del alzhéimer, ahora investigadores norteamericanos anuncian un sistema que también es capaz de detectar la enfermedad de la memoria en una etapa temprana.
En su caso se trata de un dispositivo óptico de imagen no invasivo que puede detectar de forma temprana los cambios que luego se producen en el cerebro y son un signo clásico del Mal de Alzheimer. Se trata de los resultados preliminares de los investigadores del Centro Médico Cedars-Sinai (Estados Unidos), tras un ensayo clínico llevado a cabo en Australia.
"En los resultados preliminares en 40 pacientes, la prueba podía diferenciar entre el alzhéimer y el no alzhéimer con un cien por cien de sensibilidad y un 80,6% de especificidad, lo que significa que todas las personas con la enfermedad dieron positivo y la mayoría de los individuos sin ella dieron negativo", explica Shaun Frost, científico biomédico y gerente de estudios en la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO), la agencia científica nacional de Australia.
El test de imagen óptica detecta los cambios que se producen entre 15 y 20 años antes del diagnóstico clínico, “por lo que se trata de una prueba práctica que podría permitir experimentar nuevos tratamientos en una fase anterior, aumentando las posibilidades de alterar el curso del Mal de Alzheimer", adelanta Frost.
La acumulación de placas de beta-amiloide en el cerebro es un signo distintivo del alzhéimer, pero las pruebas actuales detectan cambios sólo después de que la enfermedad ha avanzado a las últimas etapas. Los investigadores creen que a medida que mejoran las opciones de tratamiento, la detección temprana será fundamental, pero los métodos de diagnóstico existentes son un inconveniente, costoso y poco práctico para la detección de rutina. La tomografía por emisión de positrones (PET) es el estándar de diagnóstico actual.
"La retina, a diferencia de otras estructuras del ojo, es parte del sistema nervioso central, compartiendo muchas de las características del cerebro. Hace unos años, descubrimos en el Cedars-Sinai que las placas asociadas con el alzhéimer se producen no sólo en el cerebro sino también en la retina", relata este experto.
Al manchar la placa con la curcumina, un componente de la especia común cúrcuma, los científicos pueden detectarla en la retina, incluso antes de que comience a acumularse en el cerebro. “El dispositivo que hemos desarrollado nos permite mirar a través del ojo, igual que un oftalmólogo ve a través del ojo para diagnosticar la enfermedad de la retina, e identificar estos cambios", agrega.
Los hallazgos de la placa de beta-amiloide en la retina y la tecnología de imagen óptica comenzaron en el Hospital Cedars-Sinai con estudios en roedores vivos e investigación post-mortem con retinas humanas de personas que habían fallecido con alzhéimer. Los primeros resultados se publicaron en 2010. El estudio australiano es uno de varios en curso para determinar si se pueden obtener resultados similares en los seres humanos que viven con la enfermedad.
"Este gran ensayo clínico doble ciego parece validar nuestro nuevo enfoque de imagen amiloide en la retina humana utilizando el etiquetado de curcumina. Además, demuestra una correlación significativa con la carga de amiloide cerebral, prediciendo así la acumulación de placas en el cerebro a través de la retina", concluye Koronyo-Hamaoui, investigador principal.