Esto refleja un estudio publicado en «Biological Reviews», donde se ha construido una nueva narrativa acerca de la desaparición de los mayores reptiles que habitaron la tierra hace unos 66 millones de años.
En el momento que un gigantesco meteorito de 10 kilómetros de ancho impactó en lo que hoy es la Península del Yucatán, en Méjico, la Tierra estaba experimentando una agitación ambiental que incluía una extensa actividad volcánica, un cambio del nivel del mar y variación de las temperaturas. Estas condiciones habían debilitado la cadena alimentaria de los dinosaurios, especialmente a los herbívoros. Esta vulnerabilidad hizo que tuvieran pocas probabilidades de sobrevivir al impacto del asteroide, que habría causado tsunais, terremotos, incendios forestales y cambios bruscos de temperatura.
Las cadenas alientarias se terminaron de derrumbar y se generó un efecto dominó con la desaparición primero de los herbívoros y luego de los carnivoros que se alimentaban de ellos. Las teorías apuntan que solo sobrevivieron los que podrían volar, que evolucionaron hasta convertirse en las aves de hoy en día.
Los investigadores sugieren que si el asteroide hubiera golpeado la Tierra unos pocos millones de años atrás, cuando la variedad de especies de dinosaurio era más diversa y la cadena alimenticia era más robusta, o más tarde, cuando las nuevas especies tuvieron tiempo para evolucionar, entonces muy probablemente habrían sobrevivido.
¿Hubieran sobrevivido?
Un equipo internacional de paleontólogos liderado por la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, estudió un catálogo actualizado de fósiles de dinosaurios, en su mayoría de América del Norte, para crear una imagen de cómo los dinosaurios cambiaron durante los pocos millones de años antes del impacto de un asteroide. Estos expertos esperan que los estudios en curso en España y China ayuden a comprender aún mejor lo ocurrido.
También participaron los principales museos de dinosaurios del mundo: El Museo de Historia Natural de Londres, la Institución Smithsonian, el Museo Real de Ontario, el Museo Americano de Historia Natural y el Museo de Nuevo México de Historia Natural y Ciencia.
«Los dinosaurios fueron víctimas de una mala suerte colosal. No sólo se produjo el impacto de un asteroide gigante sino que sucedió en el peor momento posible, cuando sus ecosistemas eran vulnerables. Nuestros hallazgos ayudan a aclarar uno de los misterios perdurables de la ciencia», resalta Steve Brusatte, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo, en Escocia.
El doctor Richard Butler, de la Escuela de Geografía y Ciencias de la Tierra y Ambientales de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, agrega: «Aunque nuestra investigación sugiere que las comunidades de dinosaurios eran particularmente vulnerables en el momento del golpe del asteroide, no hay nada que sugiera que los dinosaurios estaban condenados a la extinción. Sin ese asteroide, los dinosaurios probablemente todavía estarían aquí y nosotros muy probablemente no».