Estamos acostumbrados a escuchar que un pene pequeño no puede dar placer y que uno de gran tamaño hace que la relación sexual se convierta en un calvario. Se suele considerar que la medida de un pene estándar oscila entre los 13 y los 18 centímetros (tirando por lo alto).
En realidad, no importa el tamaño de la herramienta, sino la forma en que se usa. Por ello, hay una serie de posturas ideales para que la pareja disfrute independientemente de la longitud del miembro.
Posturas para penes grandes
La cuchara: la espalda de la mujer está pegada al pecho del hombre, ambos están reclinados hacia un lado. A pesar de que él lleva las riendas del movimiento y la penetración puede ser profunda, el hecho de mantener las manos libres permite que el chico masturbe a la pareja. Al tocar el clítoris y penetrar a la vez, el placer se multiplica, la lubricación es mayor y el dolor disminuye considerablemente.
Ella encima y él tumbado: ¡toca galopar! Lo bueno de esta postura es que la mujer, al estar encima, es quien controla el ritmo, que puede ser más rápido o lento, más brusco o suave. Es ideal para mirar a los ojos a la pareja, situación muy excitante. Además, así, ella puede frotar su clítoris contra el cuerpo de su pareja. Más fricción, más lubricación, menos dolor y más placer.
El barco: la mujer es quien de nuevo lleva las riendas de la relación sexual. En una silla o sillón, la chica se sienta sobre el chico, controlando la cantidad de centímetros que quiere en su interior. Esta postura permite besarse y mirarse.
El sillín: es una variante de la anterior y se realiza sobre la cama o en el suelo. Recibe este nombre por el uso de las piernas del hombre como si fuera un sillín donde la pareja se sienta a horcajadas, repitiendo los movimientos controlados de la postura del 'barco'.
Posturas para penes pequeños
El águila: el hombre toma las riendas de la relación sexual. En esta postura, la mujer está boca arriba y el hombre penetra mientras ella abraza su cuerpo con las piernas. Al no haber gran libertad de movimiento es más difícil que el pene llegue a salirse de la vagina.
La mariposa: es una de las preferidas entre las parejas, siendo de las más eficaces a la hora de conseguir un orgasmo a la vez. La mujer se sienta sobre un mueble (preferiblemente una mesa estable para evitar disgustos) y el hombre penetra estando de pie y frente a ella. Recibe este nombre por la posición de las piernas de la mujer, abiertas en el aire simulando el vuelo de una mariposa. La penetración es profunda y puede aderezarse con caricias en el clítoris.
El caracol: ¡arriba las piernas! La chica vuelve a estar debajo pero esta vez sobre una cama. Ella, tumbada, reclinará las piernas de tal forma que sus gemelos descansen sobre los hombros del chico. Si buscas una penetración mayor, deja que sean los pies los que se apoyen en la pareja mientras alzas la pelvis. Si te cuesta, siempre puedes ayudarte de un cojín.
El perrito: junto con el 'misionero', puede ser una de las posturas más conocidas y usadas por todos. Ella se pone a cuatro patas y él introduce todo el pene al colocarse detrás. Se consigue una penetración profunda y placentera.
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