Claro que todo tiene sus matices. El físico, que ahora se encuentra de crucero rumbo a las islas Canarias después de partir de Southampton (Reino Unido) para asistir al festival Starmus, también destaca que la posibilidad de que esto ocurra es «muy poco probable», ya que los científicos todavía no han logrado crear un acelerador de partículas lo suficientemente grande como para producir semejantes condiciones.
«El bosón tiene la preocupante característica de poder convertirse en megastable a energías superiores a 100 mil millones de 'gigaelectronvoltios' (GeV),», escribe. «Esto puede significar que el Universo sufriría un deterioro catastrófico provocado por una burbuja de vacío que se expandiese a la velocidad de la luz. Algo que es poco pronosticable y podría suceder en cualquier momento». Claro que el tiempo estimado para que algo así ocurra es «mayor que la edad del Universo», así que podemos estar tranquilos.
Un acelerador más grande que la Tierra
«Para lograr un acelerador de partículas que alcance los 100 mil millones de GeV, algo que sería más grande que la Tierra, haría falta mucha financiación, lo que lo hace poco probable en el actual clima económico», indica Hawking con el sarcasmo que lo caracteriza.
Sin embargo, también señala que la potencial capacidad del bosón de Higgs para destruir a niveles de alta energía podría ofrecer importantes conocimientos, ya que «impone restricciones importantes en la evolución del Universo».
Los aceleradores de partículas se utilizan para que los científicos pueden detectar pequeñas partículas que se desprenden de las colisiones, y funcionan aumentando la velocidad a la que las partículas subatómicas viajan, gracias al empleo de campos magnéticos y eléctricos que colisionen entre ellos. El más famoso es el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en el CERN, Suiza.