En una balsa construida con materiales autóctonos, con cinco hombres a bordo, rodeados de tiburones, Thor Heyerdahl (1914-2002) emprendió un viaje desde Perú a la Polinesia con único propósito: demostrar que los primeros en llegar a la isla fueron los sudamericanos en tiempos precolombinos y no los colonos europeos como toda la comunidad científica de 1947 pensaba. Ahora, cuando se cumplen justo cien años de su nacimiento y 67 de su mítica expedición, la «Kon-Tiki», Google homenajea en un nuevo «doodle» al famoso explorador noruego.
Exactamente 101 días pasaron aquellos hombres en la balsa, con solo la fuerza del viento para recorrer las cinco mil millas marinas que separan la costa de Perú de la primera isla de Polinesia a la que lograron arribar; y con una radio como única pieza de tecnología moderna a bordo. La expedición de Thor Heyerdahl trataba así de reproducir de forma fidedigna el itinerario similar emprendido unos cuantos siglos atrás por grupos de «nativos» de la costa pacífica.
«Transmitía curiosidad científica»
«Podías estar de acuerdo o no con sus teorías, pero transmitía curiosidad científica», explicaba en 2013 a ABC Pal Sverre Hagen, que interpretaba al aventurero en la película «Kon-Tiki», que narra las aventuras del explorador por segunda vez en la pantalla. Por cierto, que el documental que inmortalizó por vez primera el viaje ganó un premio Óscar, en 1951.
Sverre Hagen, que fue elegido principalmente por su parecido físico, rubio y de casi dos metros de alto, se metió de lleno en el personaje. «Vivió una vida, hoy tan documentada que pude leer lo que escribió sobre la experiencia, ver las entrevistas que le hicieron, sus películas.Además hablé con su familia y toda la gente que le conocía» explica. Hasta aprendió a imitar su característico acento, conocido en Noruega como «el inglés de Thor Heyerdahl».
Tras su famosa expedición, Thor Heyerdahl siguió implicándose en decenas de proyectos históricos y arqueológicos. Sin embargo, guiado por su espíritu aventurero, continuó haciéndolo a su atrevida manera. Junto con el antropólogo mexicano Santiago Genovés construyó los botes Ra y Ra II para demostrar que los antiguos egipcios podrían haberse comunicado con América. El 17 de mayo de 1970 se propuso navegar desde Marruecos en el bote de papiro Ra II a través del océano Atlántico.
Su siguiente bote Tigris fue creado para demostrar que la Cultura del valle del Indo, en Pakistán, habría podido conectarse con la de Mesopotamia. El propio Thor Heyerdahl incendió el Tigris deliberadamente en Yibuti el 3 de abril de 1978 como protesta contra las violentas guerras de cada lado del mar Rojo y África. Para la posteridad quedará su frase cincelada en letras de mármol: «¿Fronteras? Nunca he visto una. Pero he oído que existen en las mentes de algunas personas».
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