Entre los dibujos de animales y huellas de manos que se han encontrado, las pruebas de radiocarbono han detectado trazos que rivalizan en antigüedad con el disco rojo de 40.800 años que se conserva en la cueva española de El Castillo, en Cantabria, la pintura rupestre más antigua conocida.
La datación similar de las pinturas en dos ubicaciones separadas por 13.000 kilómetros de distancia crea nuevas preguntas sobre cómo surgieron las primeras manifestaciones artísticas humanas, según Thomas Sutikna, de la Universidad australiana de Wollongong. "El arte rupestre quizás emergió de forma independiente, aproximadamente al mismo tiempo, en las poblaciones de humanos modernos en Europa y el sureste asiático, o quizás era una práctica extendida entre los primeros humanos que abandonaron África, decenas de miles de años antes", sostuvo el coautor de la investigación.
El equipo de arqueólogos ha detectado doce dibujos del contorno de manos humanas, así como dos "representaciones figurativas de animales" en siete cavidades de piedra caliza en el suroeste de la isla de Célebes (Sulawesi). Los investigadores han datado su antigüedad a partir de la medición de isótopos radiactivos en las formaciones coraloides -pequeños nodos de calcita, aragonito o yeso- que se han efectuado sobre los dibujos. Los análisis de 14 pinturas en las siete cuevas arrojaron resultados de entre 39.900 y 17.400 años de antigüedad, si bien los científicos aseguran que la prueba efectuada sobre los coraloides tan solo arroja la edad mínima de las muestras, por lo que podrían ser más antiguas. Las pinturas europeas, las más antiguas La pintura con más edad corresponde al contorno de una mano humana, mientras que los investigadores subrayan además la importancia del dibujo figurativo de una babirusa, un mamífero de la región, de 35.400 años.
Si bien se han hallado en todo el mundo diversas manifestaciones de arte rupestre, las pinturas europeas son las más antiguas que se conocen. Los trazos de Cantabria tienen tantos años que se ha sugerido que podrían haber sido creados por los neandertales que habitaron el continente antes que el hombre moderno. "Los europeos ya no pueden seguir reclamando en exclusiva que fueron los primeros que desarrollaron el arte abstracto. Lo deben compartir, por lo menos, con los primeros habitantes de Indonesia", afirmó por su parte Anthony Dosseto, otros de los coautores de la investigación.