¿Pueden ser nuestras fantasías sexuales patológicas? «Clínicamente sabemos que las fantasías sexuales patológicas son aquellas que involucran a parejas sin su consentimiento, que inducen dolor a otras personas o que son absolutamente necesarias para obtener satisfacción, pero aparte de eso, ¿qué son exactamente las fantasías anormales o atípicas?,», Christian Joyal, autor de una investigación que se publica en «The Journal of Sexual Medicine».
A pesar de que hay muchas teorías acerca de las fantasías sexuales desviadas que incorporan el concepto de fantasías atípicas, o parafilias, la literatura científica no describe lo que este tipo de fantasías son en realidad. Así por ejemplo, la V edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) se refiere a fantasías «anómalas», mientras que la Organización Mundial de la Salud habla de las fantasías «inusuales» en la definición de las parafilias. Pero, ¿tiene que haber normas para que no se consideren conductas patológicas?, apunta el investigador del Instituto Universitario de Salud Mental y del Instituto Philippe-Pinel, ambos en Montreal (Canadá).
Los resultados muestra una panoplia fantasías sexuales entre la población general. Y pocas pueden considerarse estadísticamente raras (sexo con animales o niños), inusuales (lluvia dorada, abuso de personas drogadas o travestismo), o típicas (sexo con dos mujeres, sexo oral, etc,).
Tampoco es sorprendente que el estudio confirme que los hombres tienen más fantasías y los describen con mayor intensidad que las mujeres. Y además las mujeres, a diferencia de los hombres, en general distinguen claramente entre la fantasía y el deseo. Por tanto, muchas mujeres que expresan fantasías más extremas (por ejemplo, la dominación por un desconocido) especifican que nunca quieren que dichas fantasías se hagan realidad. La mayoría de los hombres, sin embargo, les gustaría que sí se hicieran realidad.
«Uno de los hallazgos más interesantes tiene que ver con el importante número de varones que fantasea, por ejemplo, con transexuales, sexo anal entre heterosexuales y la idea de ver a su pareja tener relaciones sexuales con otro hombre», apunta Joyal.
Celos
Los expertos también advierten que los celos también pueden ser patológicos. Los celos parecen formar parte de la relación amorosa como una manifestación del miedo a perder a la persona amada. Existen personas en las que el sentimiento de celos parece formar parte de su personalidad mientras que otras señalan no haberlos sentido nunca. Pero ¿cuándo se atraviesa la línea entre lo normal y lo patológico? Según explica Alexandre González Rodríguez, investigador de la Unidad de Esquizofrenia del Hospital Clinic de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, los celos incluyen sentimientos dolorosos de frustración, sufrimiento y angustia ante la presencia de un potencial rival. Esta frustración gira entorno a la idea de no poder mantener u obtener un bien, sea una persona o un objeto material.
Los celos son un sentimiento pasional normal cuando se presenta una situación de infidelidad real y objetiva que genera angustia, humillación, sentimientos de minusvalía y fracaso y deseo de venganza. Los celos se consideran normales cuando los sentimientos del celoso y su comportamiento son comprensibles o explicables por un hecho verdadero. «En este caso, la reacción del celoso con frecuencia es de resignación y no agresivo», señala el investigador a Infosalus.
Cuando los celos son en realidad la manifestación de un trastorno delirante se trata de un trastorno psiquiátrico relacionado con la esquizofrenia. En el delirio celotípico o celos delirantes el celoso se siente aludido y burlado sin fundamento real.
ABC