El hallazgo permitirá estudiar cuidadosamente estos raros mamíferos, de los que muy poco se conoce, informa la revista científica ‘Proceedings of the Royal Society’.
La ballena pigmea es un animal misterioso y elusivo que raras veces se acerca a la costa. Es el más pequeño y el único pariente vivo de las antiguas especies de ballenas barbadas. Durante mucho tiempo no se sabía absolutamente nada sobre ellas, cuenta el portal LiveScience.com. Ahora los científicos pueden explicar por qué estos mamíferos marinos son muy distintos del resto de las ballenas.
“Una ballena pigmea es, digamos, un fósil viviente”, aclara Felix Marx, paleontólogo de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda. “Es el último miembro de este género, que hasta hace poco se ha considerado completamente extinto”.
Las ballena pigmeas tienen un cuerpo relativamente corto, su longitud no supera los 6,5 metros y viven en los océanos del hemisferio sur. Ejemplares de este mamífero fueron avistados solo en un par de ocasiones por lo que los científicos no saben casi nada acerca de sus hábitos y de su estructura social.
El análisis de su ADN ha demostrado que esta especie se separó de las especies de ballenas actuales, como la ballena azul, hace unos 17-25 millones de años. Sin embargo, la forma del hocico indica que está más bien relacionada con las ballenas de Groenlandia.
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