Web Analytics Made Easy - Statcounter
Viernes, 19 Junio 2015 17:19

Cómo las hormigas del Sahara se mantienen fresquitas sobre arena a 70ºC

Valora este artículo
(0 votos)

Estos insectos plateados son capaces de sobrevivir en un ambiente en el que cualquier otro animal moriría. Su sistema podría copiarse en cubiertas refrigerantes para coches y casas

Pasear por el desierto del Sahara a mediodía no es algo agradable, un infierno donde la arena alcanza los 70ºC y en el que hasta los seres humanos, pueden verse derrotados.

Pero un pequeño insecto de apenas un centímetro ha aprendido a controlar las ondas electromagnéticas con un único objetivo: estar más fresquito. Un estudio publicado hoy en la revista Science, revela cómo las hormigas plateadas del Sahara han logrado convertirse en uno de los animales que mejor resiste el calor.

“Estas hormigas están cubiertas de una capa de pelos de sección triangular que les protege del sobrecalentamiento”, asegura a Teknautas el investigador de la Universidad de Columbia y coautor del estudio, Nanfang Yu. Según el bioingeniero, esto les permite reflejar la radiación solar y aumentar la transmisión de calor hacia el entorno. Un doble mecanismo para sobrevivir al desierto africano y que disminuye la temperatura de estos insectos entre 5 y 10ºC. Fueron sus conclusiones tras diversas simulaciones efectuadas con ejemplares con y sin pelos.

Reflejar y emitir, esa es la clave de los pelos de las hormigas, capaces de controlar las ondas electromagnéticas. Dos mecanismos de refrigeración que, combinados, impiden que la temperatura corporal de las hormigas supere el máximo permitido de 53,6ºC. Estas fibras son como un espejo para la luz visible y próxima al infrarrojo cercano. Además, emiten energía en la porción del infrarrojo medio del espectro electromagnético. “Que puedan manipular las ondas de forma tan amplia indica cuán complejos pueden ser estos organismos en apariencia tan simples”, comenta otro de los coautores del estudio, Norman Nan Shi.

“Al ser muy reflectantes las hormigas toman menos energía del sol, y al ser muy emisivas pueden disipar con mayor facilidad el exceso de calor hacia la atmósfera”, aclara el investigador. En otras palabras: parte del calor rebota en su cuerpo, a la vez que los insectos pierden el exceso de energía y la transmiten al aire.

La cubierta de pelos actúa como un “refrigerante pasivo”, en palabras de Yu. Así, las hormigas pueden salir a pasear por la arena con la tranquilidad de saber que van a disipar y reflejar el exceso de calor. Pero aunque pueden soportar temperaturas tan altas que matarían a cualquier otro ser vivo, ni siquiera ellas pueden sobrevivir mucho tiempo. Cada mediodía tienen unos 10 minutos para salir del hormiguero y encontrar animales que hayan sucumbido al desierto. Se aventuran al exterior a esas horas en las que ningún otro organismo se atreve a salir.

No pueden perder ni un segundo una vez que salen de casa. Se trata de una carrera a contrarreloj. “Corren a velocidades de 0,7 m/s, hasta el punto de que parecen gotas de mercurio sobre la arena”, comenta Yu. Incluso con la cubierta de pelos plateados y la estrecha franja de 10 minutos, cada expedición se salda con bajas por insolación, pero aun así las hormigas han logrado triunfar en uno de los ambientes más inhóspitos del planeta.

Los pelos que dan nombre a las hormigas plateadas impiden que estas se frían sobre la arena. Resultan imprescindibles para su superviviencia, pero en ellos podría residir la clave para el desarrollo de nuevas tecnologías. Yu pone como ejemplo la creación de superficies que se enfríen solas: “Sería muy útil para vehículos, edificios, ropas e instrumentos ideados para trabajar a altas temperaturas”.

Comprender los mecanismos evolutivos que permiten a los animales volar, nadar o resistir el infierno del Sahara no es una simple cuestión de curiosidad. Aunque sirve para entender mejor la naturaleza que nos rodea, estos secretos también guardan la llave para el desarrollo de nuevas tecnologías. Si algún día podemos aparcar el coche al sol sin temor a asarnos habrá que agradecérselo a un animal en apariencia tan insignificante como una hormiga.





Visto 863 veces