Los fanáticos fueron filmados incitando a un grupo de mujeres de origen gitano a humillarse a cambio de unas pocas monedas, horas antes de su partido de octavos de final contra el Atlético de Madrid.
La alcaldesa de la capital española, Manuela Carmena, se dijo dolida por las escenas, a las que calificó como "humanamente terribles", aunque dijo que le correspondía a los tribunales determinar si el comportamiento de los aficionados holandeses constituía un delito.
Pero el presidente del PSV, Toon Gerbrands, advirtió que lo ocurrido en la Plaza Mayor de Madrid tendrá consecuencias. "Debemos dejar muy en claro que no habrá lugar (en el club) para gente como ellos", declaró Gerbarnds, quien aseguró que el club hará todo lo posible por identificar a los involucrados.