La jueza Rosemarie Aquilina hizo pública la sentencia después de haber escuchado el terrible relato de muchas atletas americanas. Hasta 158 denunciaron al doctor de 54 años, que durante las sesiones del juicio reconoció los hechos, derrumbándose en más de una oportunidad.
Larry Nassar fue condenado por haber abusado sexualmente de más de 100 atletas y ex atletas durante los últimos 20 años. En la última sesión de declaraciones, comparecieron Rachael Denhollander, Kaylee Lorincz y Sterling Riethman, tres víctimas más del que fuera médico del equipo de gimnasia de los Estados Unidos. Poco a poco, desde que Aly Raisman ejerciera de ariete al denunciar el caso, decenas de gimnastas perdieron el miedo que las atenazó durante largo tiempo para testificar contra el ya sentenciado médico.
Rosemarie Aquilina ha sido fundamental en el caso, permitiendo que todas las mujeres que quisieran denunciar al doctor, lo hicieran abiertamente y sin límites. Algunas se fueron sumando a la vista poco a poco, sin que la jueza pusiera la más mínima objeción, mostrando en todo momento cariño y comprensión hacia las víctimas. "Usted no se merece estar fuera de una prisión", espetó la magistrada a Larry Nassar.
El condenado acabó totalmente devastado después de intensas jornadas en las que las víctimas relataron tremendos y desgarradores episodios. La jueza permitió a Nassar hacer un alegato final. Pidió disculpas a todas las mujeres de las que abusó a lo largo de los años, reconociendo que "llevaré dentro todas sus declaraciones, hasta el final de mis días". "Todo lo que he escuchado en esta sala, ha tenido un efecto significativo en mi persona", añadió.
Hay que recordar que el tremendo escándalo provocó que tres altos cargos de la USA Gymnastics (Federación de Gimnasia) dimitieran. Se trata del presidente, Paul Parilla; el vicepresidente, Jay Binder y la tesorera, Bitsy Kelly. Mientras, el máximo responsable de la federación, Steve Penny, ya fue expulsado tras conocerse el caso. La semana pasada, por otra parte, USA Gymnastics hizo oficial que ya no usaría el Rancho Karolyi para el entrenamiento del equipo estadounidense. El hasta ahora legendario recinto, quedó manchado para los restos, pues muchos de los episodios juzgados tuvieron lugar allí.
La implacable jueza no se anduvo por las ramas en ningún momento. "Para mí es un honor y un privilegio sentenciarle porque no merece salir de la cárcel nunca jamás", dijo al hacer pública la sentencia. "Señor, le estoy condenando a una pena de hasta 175 años, que son 2.100 meses... Estoy firmando su sentencia de muerte", enfatizó Rosemarie Aquilina sin pestañear.