Ozzie y Daniel siempre soñaron con ser parte de la NBA, primero como jugadores y posteriormente como dueños de un equipo, sin embargo nadie hubiera imaginado cómo terminaron aferrándose a la liga. Una "molestia" que la National Basketball Association intentó quitarse de encima por casi 40 años.
Más conocidos como los hermanos Silna, los newyorkinos, succionaron como sangijuelas, parte de los fondos que la liga privada de baloncesto le ofrecía a sus franquicias.
Durante décadas, todos los meses la NBA repartía un cheque a cada institución que integraba el torneo, además de esos, uno iba dirigido a los hermanos pese a no tener un equipo del cual hacerse cargo.
En 1974, Ozzie y Daniel, ansiosos por ser parte de la NBA, compraron a los Carolina Cougars por un millón de dólares. Ésta franquicia era parte de la ABA (American Basketball Association), una liga paralela, la cual sabían que iba a terminar siendo absorbida por la competencia.
Los empresarios textiles le cambiaron el nombre a su equipo por el de Saint Louis Spirits y lo trasladaron a San Luis, Misuri. Con la idea de algún día llegar a la NBA, ficharon grandes jugadores como el talentoso Moses Malon y Marvin Barnes, entre otros.
Dos años más tarde, la ABA había perdido fuerza y equipos, y finalmente la NBA daba un paso adelante para terminar adueñándose del basquet nacional. Pero… ¿qué iba a pasar con las franquicias que pertenecían a la American Basketball Association?
La competencia vencedora aceptó incorporar a cuatro de los siete equipos que disputaban el torneo paralelo.
Con el retiro voluntario de los Escuderos de Virginia por problemas financieros, Denver Nuggets, Indiana Pacers, San Antonio Spurs y New York Nets (ahora Brooklin Nets) fueron los elegidos, mientras que a los dos restantes: Kentucky Colonels y St Louis Spirits, se les propuso una interesante indemnización de 3 millones de dólares.
John Brown, dueño de los Colonels aceptó dicha oferta. Sin embargo, cuando fue el turno de los Silna, en su frustración por no haber ingresado a la competencia, se negaron y establecieron sus condiciones en un contrato de 10 páginas que se presentó en junio de 1976.
Ozzie, Daniel y Donald Schupak, su abogado, accedieron a dimitir sólo si se cumplían dos requisitos principales.
1. Recibir el pago por los jugadores de su equipo que sean seleccionados para jugar en la NBA.
2. Recibir una séptima parte de los derechos televisivos anuales de las cuatro franquicias que quedaron en competencia, a perpetuidad.
Mientras que el primer punto les otorgó 2,2 millones de dólares, el segundo se transformó en: "El mejor negocio deportivo de todos los tiempos" y una de las mejores operaciones que se hayan hecho en Wall Street.
Los directivos de la nueva liga y los dueños de las franquicias aceptaron sin rodeos la propuesta. En vez de USD 3 millones de indemnización, les estaban dando sólo 300 mil dólares anuales por la transmisión de los juegos de los cuatro equipos.
La NBA recién empezaba a surgir, no tenía una amplia difusión ni grandes estrellas, pero con el correr de los años, y gracias a nombres como Magic Johnson, Larry Bird, Michael Jordan y Lebron James, la liga comenzó a tomar prestigio y las productoras televisivas querían tener esas imágenes en sus pantallas.
Para los 90, la NBA se había convertido en la mejor y más importante liga de basquet. En 1997 se negoció un acuerdo de 2,6 millones con NBC y Turner, en 2002: 4,6 millones con ABC, ESPN y TNT. Para el 2007, los hermanos Silna habían recibido 180 millones de dólares sin mover un dedo. Sin pagar salarios, sin comprar fichajes, sin tener un equipo. Todo era ganancia pura.
Más números: ese mismo año, la NBA firmaba un acuerdo de transmisión por 930 millones anuales. En 2013, la NBA recibió 7400 millones de dólares en contratos con ABC / ESPN y TNT.
Ozzie Silna, fue entrevistado antes de morir en 2016 por ESPN
Ozzie y Daniel veían como sus cuentas bancarias se incrementaban sin hacer nada. La asociación de basquet negociaba contratos millonarios con las televisoras y, de lo que le correspondía a los Nuggets, Pacers, Spurs y Nets, la séptima parte iba directo a sus bolsillos.
Año tras año los abogados de la NBA intentaron terminar con ese contrato de naturaleza eterna sin conseguir resultados. Finalmente, en enero del 2014, The New York Times informaba que se había llegado a un acuerdo con los Silna.
Para ese entonces, Ozzie y Daniel habían cosechado 300 millones de dólares con un equipo que había dejado de existir 38 años atrás. A esa exorbitante cifra se le sumaron 500 millones de dólares más, ofrecidos por el grupo de abogados de la poderosa liga de basquet para que desistieran de aquél documento presentado en 1976.
David Stern, ex comisionado de la NBA, y Adam Silver anunciaron en conferencia de prensa el fin del contrato a perpetuidad
Sin embargo, tras conocerse la ruptura del acuerdo, Richard Sandomir, periodista del The New York Times aseguró que, "la liga no se está deshaciendo de los Silnas por completo. Continuarán obteniendo algunos ingresos por transmisión (…) a través de una nueva asociación que se formará con los Nets, los Pacers, los Nuggets y los Spurs"
"Esperábamos y esperábamos ser parte de la NBA durante bastante tiempo. No deberían habernos tratado tan mal. No había ninguna razón para dejarnos afuera de la NBA", aseguraba Ozzie Silna en el documental de ESPN: "Free Spirits", antes de morir a los 83 años, a causa de un cáncer en 2016.
Infobae