La crisis sanitaria actual ha puesto en jaque a los mercados y a la economía mundial. En el mundo de la automoción, muchas son las compañías que se han visto obligadas a retrasar la salida de sus nuevos modelos y a recortar en innovación y desarrollo por la falta de liquidez. Así es el caso de McLaren, empresa que ha decidido poner a la venta una de sus sedes más icónicas y lujosas, la situada en Woking, Surrey (Inglaterra).
Con el objetivo de obtener liquidez, la firma británica desea vender dichas instalaciones, pero eso no significa que vayan a mudarse de allí, sino que como ha informado el CEO de la compañía, Paul Walsh, la idea es venderla para después alquilarla y poder seguir desarrollando su labor allí. Este tipo de acciones son mucho más común de lo que se pueda pensar. Se trata de un lease back, una acción estratégica que consiste en traspasar las instalaciones a un inversor externo en aras de ganar liquidez para después formalizar un contrato de arrendamiento sobre esos mismos inmuebles.
Las instalaciones tienen una superficie total de 50 hectáreas en las que se ubica el McLaren Technology Center, un espacio que incluye un túnel del viento, un lago artificial, una cafetería con 700 asientos, un anfiteatro y todos los coches que la escudería ha creado a lo largo de su historia, tanto para la Fórmula 1, como para el mercado. Esta increíble colección descansa a los pies del lago. En el interior del mismo también se exhiben, a modo de salón de la fama, todos los trofeos que ha ganado la escudería durante todos estos años.
Con forma redonda y de diseño futurista, el complejo fue diseñado por el afamado arquitecto Norman Foster. El edificio principal está dotado de la última tecnología y está equipado para aprovechar los recursos naturales al máximo y causar el menor impacto medioambiental posible. Así, su lago artificial se abastece de agua reciclada en el propio edificio y de las abundantes lluvias de la zona y sirve para enfriar los componentes electrónicos y el túnel del viento.
Rocío Jimenez