Así lo ha confirmado el propio piloto el día antes de que se suba por primera vez al Alpine A521 en los test oficiales de pretemporada que se están desarrollando en Bahréin. «En el lado profesional y de pilotaje estoy al cien por cien. Otra cosa es el lado personal, porque tendré que quitarme al final de la temporada dos placas de titanio que tengo en la mandíbula superior».
Alonso ha asegurado que las secuelas del golpe que sufrió al ser arrollado por un coche no le afectarán en el monoplaza. «Honestamente no espero ningún problema. He entrenado bien en las últimas dos o tres semanas, he estado en el simuador y los preparativos no se han visto afectados salvo por algunos eventos de márketing que tuve que retrasar».
El asturiano se subirá al A521 este sábado en su regreso oficial a la Fórmula 1 después de dos años de ausencia. «No le temo a ningún desafío en particular», explicó en el circuito de Sakhir. «Tal y como está la zona media de la parrilla ahora mismo, tan competitiva, tendremos que hacerlo perfecto cada fin de semana si queremos sumar un buen número de puntos».
Y aseguró que su vuelta se debe a que aún tiene «algo por hacer» en la Fórmula 1: «Tenía que tomar una decisión sobre el próximo reto después de Le Mans, IndyCar, Dakar y todo lo que probé. Y pensé que estando en mi mejor nivel, la Fórmula 1 era el mejor sitio en el que estar, así puedo repensar los retos que me quedan. Para ganar carreras y campeonatos necesitas algo más que tu motivación, necesitas el conjunto, la inercia y eso es lo que estamos tratando de construir con el nuevo Alpine».