De igual manera, anunció la suspensión de una función de boxeo que tenía pautada para el 24 de junio junto a sus hijos en Tijuana.

Un contrariado Julio César Chávez le dijo al comentarista David Faitelson que lo más importante es poder ayudar a su hijo y que lo seguirá intentando mientras tenga vida. “Estoy preocupado por mi hijo, él no se ha querido rendir, pero él sabe que solo una pastilla, así sea un ansiolítico, te detona.

Así somos los adictos“, dijo la leyenda del boxeo mexicano. Chávez Jr. ha estado alrededor de un año en rehabilitación y se encontraba perfilando su regreso al cuadrilátero, antes de sufrir este último traspié, el cual fue divulgado en las redes sociales en días recientes, incluyendo perturbadoras declaraciones del propio Chávez Carrasco, quien tiene 37 años.

“Hay tantas personas tan pendejas que se creen la palabras de mi hijo Julio cuando dice cosas de la esposa o que si yo lo quiero robar. Esas son cosas que uno dice porque el cerebro se te inflama y empiezas a decir muchas pendejadas. Yo entiendo a mi hijo Julio, aunque no puedo estar de acuerdo con él”, prosiguió “JC” Chávez. “A toda la gente solamente les voy a decir que mientras yo tenga vida voy a seguir ayudando a mi hijo y no voy a dejar que le pase nada“, afirmó.

“Es mi hijo y no voy a dejar que se me muera”, agregó el ídolo de Culiacán, quien pidió para que a su hijo le caiga “un rayito de luz” y entienda que debe seguir firme ante las adversidades.

Cuando detallaba la complicada situación, el “César del Boxeo” demostró su dolor con lágrimas en los ojos: “Mi cuerpo está cansado de tanto estrés…

Está cabrón”. Finalmente, Julio César Chávez agradeció a todo México por el cariño y aseguró que aunque está muy triste debe seguir hacia adelante, y también dejó abierta la posibilidad de un combate final en el futuro si todo marcha de manera correcta.