Julio César Chávez Jr. no gustó en su retorno al ring la noche del sábado en Tampa, Florida. Pero considerando que el hijo de la leyenda no había peleado en 31 meses y que hace tan solo cinco semanas y media se encontraba en una corte de Los Ángeles, la mera presencia de Julio César Chávez Jr. en una función grande de boxeo fue meritorio.
Chávez Jr., de 38 años, derrotó a Uriah Hall, de 39, en un pleito a seis asaltos que no tuvo grandes emociones en la cartelera de Jake Paul vs. Mike Perry. Los tres jueces anotaron el combate en favor del mexicano (58-56, 59-55, 59-55), cuya carrera parecía concluida tras años de inactividad, serios problemas de depresión y una acusación por posesión ilegas de armas a principios de este año.
Un día después de dar 197.8 libras para cumplir con el límite reglamentario de peso crucero, Chávez Jr. se vio físicamente fuerte a pesar de tan larga inactividad.
El sinaloense estuvo trabajando en su cuerpo -y su mente- durante los meses anteriores en los que estuvo en un programa de rehabilitación por adicciones en Los Ángeles. Pero una vez que la pelea dio inicio, fue poco lo mostrado por Chávez Jr., cuya última contienda había sido en diciembre de 2021. Su oponente del sábado no tenía credenciales en el boxeo.
Hall es un peleador de artes marciales mixtas nacido en Jamaica que solo había hecho una pelea de boxeo, la cual ganó en 2022 en contra de Le’Veon Bell, exjugador de la NFL con los Pittsburgh Steelers. “Es fuerte, pero una vez que agarré mi distancia, boxee cada round porque estuve tres años fuera… Es un gran competidor, pero gané fácil”, dijo Chávez Jr. en el ring al ser entrevistado entre abucheos.
“Sé que la gente esperaba una guerra, pero contra un tipo que no es boxeador, con tres años fuera, usé mi jab, mi distancia, sin muchos golpes…”. Tras deslucido triunfo, Chávez Jr. pidió oportunidad con Jake Paul El “Junior”, ahora con récord de 54-6-1, explicó que se dedicó a tirar al cuerpo de Hall en los primeros rounds y que eso era clave.
Cuando el reportero de la transmisión de DAZN le preguntó a Chávez Jr. contra quién quiere pelear a continuación, el veterano respondió: Jake Paul, quien un rato después noqueó en seis rounds a Mike Perry, un hombre aguerrido que no tiene ningún fundamento de pugilismo.
Pero cuando el reportero le preguntó si pensaba que puede vencer a Paul, el mexicano fue reservado: “Soy mejor peleador que sus oponentes. Eso es seguro”. Más adelante, al hablar con un reportero de ESPN Deportes en su caminata al vestidor, Chávez Jr. dijo que hizo una pelea precavida contra un peleador de artes marciales mixtas.
Chávez Jr. dijo que peleó a un 60 o 70 por ciento “No me arriesgué a que me golpeen, me sentí muy bien, mis piernas funcionaron bien, mis movimientos exactamente bien.
No di el espectáculo al público que quería”, admitió Chávez, subrayando que actuó estando “a un 60 o 70 por ciento. Imagínense a un cien por ciento, todavía puedo competir, yo pienso que eso es lo que demostré, ¿no?”.
En la pelea coestelar de la velada, la legendario puertorriqueña Amanda Serrano dispuso con facilidad de Stevie Morgan por nocaut en el segundo round y poner la mesa para la esperada revancha contra la irlandesa Katie Taylor en noviembre, choque que aún está por pactarse.