Brasil es el país encargado de albergar el Mundial de 2014 cuya final se disputará en el Maracaná.
Las autoridades de Río de Janeiro están probando en el partido Brasil-Inglaterra nuevas medidas de seguridad y para controlar a las multitudes. Por ello, muchas de las calles que rodean el estadio carioca han sido cerradas al tráfico desde primera hora de la mañana.
El partido se disputa después de que una jueza brasileña revocase la decisión inicial de suspender del partido Brasil vs. Inglaterra.