Si bien Giovani dos Santos, Carlos Vela, Nery Castillo y Oribe Peralta son recordados con recelo en la historia del brasileño y su futbol, desde ahora numeran a uno más y lo añaden a la lista de personas “non grata”, pues el portero mexicano tuvo su mejor partido bajo los tres palos, impidiéndole a Neymar y compañía salir con la victoria.
Lo de Paco Memo será inolvidable, fue la figura y los reflectores se postraron en él, pues no era para menos, libró a México de la derrota y le regaló al Tri un punto más en busca del pase a los octavos de final gracias al 0-0 en el Castelao de Fortaleza.
Si bien, Héctor Herrera, Rafael Márquez, Giovani dos Santos, Andrés Guardado, José Juan Vázquez, Francisco Rodríguez u Oribe Peralta anduvieron bien, Ochoa les dijo “quítense que ahí les voy” y se convirtió en muralla, fue el héroe de esta película en donde una vez más México se le agrandó a Brasil, le jugó por nota y casi a la perfección pese a los últimos minutos de drama.
Repartición de puntos, coraje y entrega de los nuestros, quienes no fueron una “piedrita” sino un “iceberg” que acostumbra entregarse ante las potencias. Empate que sirve a México y de mucho, pues con la simple igualada frente a Croacia estarían en la siguiente ronda.
A Brasil no se le hizo festejar, las pesadillas no los dejarán y si no tendrán que preguntarle a Guillermo Ochoa, pues fue un empate con sabor a victoria.
ENORME
Partidazo resultó ser el primer tiempo en donde ni uno ni otro se reservó el peligro en el tintero.
Espectacular de principio a fin es como se fueron al entretiempo, lapso en que el grito de “Ochoa, Ochoa…” resonó para así despedirlo, pues no era para menos, el portero mexicano se convirtió en genio y figura bajo los tres palos al atajarle completamente todo a un Brasil que desde el comienzo se volcó por todo.
Sin embargo, México, bien situado en su cancha y por momentos siendo mejor que Brasil, presionó por los costados de la mano de Paúl Aguilar y Miguel Layún, quienes filtraron y corrieron, siendo derivados únicamente con faltas. A ellos se unió la participación de Oribe, quien nuevamente fue otra pieza de peligro, pues para muestra aquella “entrada hasta la cocina” al quitarse varios oponentes, pero a la hora de tirar se quedó cortó, perdiéndose el gol.
Manteniendo el nivel, tocó turno a la prueba de larga distancia que se efectuó en los pies de Héctor Herrera, el del Porto se tuvo fe y disparó, pero Julio Cesar se encargó de mandar a corner. Otro aviso mexicano, los nuestros eran más que el de casa y efectivamente le resultaba al oponente “una piedrota”.
El peligro poco a poco se niveló, Neymar contraatacó y se unió a las primeras llegadas de Fred y Paulinho. El del Barcelona remató de cabeza ante la marca de Márquez, y Ochoa simplemente voló sensacional para negarle el gol. Atajadón.
El ir y venir fue constante, tiempo en que el “Gallito” probó su derecha, pero no alcanzó a bajar, por lo que tocó turno a Brasil, quien en jugada de fabricación entre Thiago y Paulinho, Ochoa cortó bien el paso con fenomenal achique, confirmando una vez más porque convenció al “Piojo” por encima de Corona.
DE “PIEDRITA” A MURALLA
Y cual piedrita representa México para Brasil, a “pedradas” atacaron y contraatacaron la meta de Julio Cesar recién iniciado el complemento en los botines del “Gallito” y Herrera, para unirse a una más de Gio, quien dejó a varios en el camino.
Aunque Brasil, siempre el peligroso Brasil exigió al Tri por costado izquierdo en pase de Bernard, pero la astucia del “Maza” salió a relucir y calló criticas, ya que le negó el gol nada más y nada menos que a Neymar, quien después tomó el balón en tiro libre, pero que pasó sin cuidado.
Si Ochoa lució, también la defensa, ya que se comportó a la altura, más allá de que Brasil arrinconó a los nuestros al tomar la batuta, pero ahí estaba la muralla de Paco Memo, quien nuevamente le tapó el disparo a Neymar. Sí México era una piedrita, Ochoa era ya un iceberg que enfrió todo peligro amazónico.
Drama, angustia y sufrimiento fue el guión de la recta final, que no liberaron presión pese a las entradas del Chicharito o Marco Fabián. Brasil estuvo encima y México no tuvo salidas y ni la pelota, pero en general dio un partidazo frente a una potencia, a un grande universal, le jugó de tú a tú.
Por si el drama fuera poco, Ochoa ahora le dijo no a Wilson Thiago, quien solito remató y el del ex Ajaccio redondeó la tarde en su actuación en lo que va de este Mundial, pero el drama no quedó ahí, pues en las últimas del Tri, Guardado disparó, pero el balón no bajó y el recién ingresado Jiménez tuvo la última, pero la historia ya estaba sellada con el 0-0, en donde Ochoa se robó el show y México ve cerca la siguiente instancia.
Esto