El máximo mandatario del Gran Circo así lo ha confirmado a Forbes, que estima un desembolso anual de unos 30 millones de dólares, en una operación en la que ha participado Carlos Slim Domit, hijo del hombre más rico del mundo.
Ciudad de México, 23 años después, acogerá una prueba del Mundial de Fórmula 1. Previsiblemente será hacia el final de la temporada y tendrá lugar en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Este desembarco ha sido posible gracias a la intervención de Tavo Hellmund -impulsor del Circuito de las Américas en Austin, que será competencia directa-, de Alejandro Soberón -presidente ejecutivo del Grupo CIE, la tercera mayor empresa del mundo de entretenimiento-, así como a Carlos Slim Domit, Jorge González -director ejecutivo de OCESA, filial del Grupo CIE, y Federico Alamán, presidente de automovilismo de OCESA.
La carrera llega en un momento en el que la parrilla cuenta con los mexicanos Esteban Gutiérrez, en Sauber, y Sergio Pérez, en Force India.