De acuerdo con Radar Online y The National Enquirer, el actor tuvo en 2013 egresos millonarios por servicios sexuales, fiestas, hoteles y hasta un chef personal. La información ha sido retomada por Vanitatis y The Mirror.
Sólo en sus orgías, citan las publicaciones, pagó más de 130 mil dólares, más lo que destinó a hoteles que servían de sede para los festejos.
Por el trabajo de un chef personal dio casi 416 mil dólares.
Los sitios también exhibieron otros gastos de la estrella, como la manutención de sus hijos, a la que destinó ese año 966 mil 215 dólares.
Mientras que en ropa y beneficencia gastó 325 mil dólares, sólo en un año.
A la polémica de esta semana sobre la revelación del actor de que es VIH positivo, se suman las declaraciones de Sham Ibrahim, un conocido travesti de Hollywood, quien asegura que la estrella organizaba orgías de hasta 50 personas y que sus favoritas eran las transexuales.
“Las hacía en su casa o reservaba suites en hoteles. Eran una locura. Es bastante fetichista y ha probado el sadomasoquismo y todo tipo de dildos y juguetes. Adora a sus chicas transexuales”.
Radar Online afirmó que una estrella porno, de la cual no reveló nombre, entró en pánico tras la revelación del actor y ya contactó a Todd Spodek, quien representó a una acosadora de Alec Baldwin.
Según el sitio, podría haber 12 y hasta 24 casos legales contra la estrella por haberlas expuesto al virus.
Y quiere contarlo todo…
El actor Charlie Sheen llamó la atención de la prensa mundial con una de las revelaciones más comentadas del espectáculo: declararse abiertamente portador del VIH.
Luego de obtener el apoyo de numerosas personas, incluyendo su padre, Martin Sheen, el ex protagonista de ‘Two and a Half Men’ estaría negociando para publicar sus experiencias en un libro.
Según revista People, el actor “está recibiendo ofertas” para difundir sus memorias, incluyendo su pasado de adicciones, públicas relaciones con prostitutas y obviamente, lo que ha enfrentado desde la detección del virus, cuyo contagio se dio hace cuatro años y en circunstancias que desconoce.
“Hay una vulnerabilidad combinado con el acierto de hacer, sin duda, un libro que los estadounidenses quieren leer, porque ellos claramente quieren verlo en la gran y en la pequeña pantalla”, analizó un ejecutivo de medios para People.
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