Hagan lo que hagan la prensa les sigue. Shaki y Piqué siempre están rodeados de periodistas, ya sean profesionales o gente de a pie que asume el rol cuando les pilla en la playa, en una noche de baile o, como en este caso, montando un pollo en un restaurante.

La cantante colombiana atraviesa su peor momento profesional debido a su dolencia de las cuerdas vocales pero, lejos de relajarse en el calor de un hogar estable y de su pareja, parece que también está en crisis absoluta.

Según recoge La Vanguardia citando a Cuore, Shakira llegó a la puerta de una crecería de Barcelona vestida en plan urbano y sin maquillar, intentando pasar desapercibida. Tras esperar ella sola en la puerta, al fin apareció Piqué con sus hijos.

Al haber tenido que esperarle, Shakira no recibió a Gerard con la mejor de sus sonrisas y eso hizo que él, atención, “la agarrara de la muñeca con cara muy seria y la hiciera entrar en el local” todo esto, delante de sus hijos pequeños, Milán y Sasha.

En este plan horrible se sentaron en la mesa y, mientras Piqué tenía estómago para engullir un buen plato de pasta, la cantante no comió nada y rompió a llorar. Según recoge Cuore, mientras lloraba le reprochaba las continuas malas caras y tardanzas.

Mientras sus hijos estaban atónitos viendo la escena, Piqué ni consoló ni calmó a Shakira sino que le recriminó que llorara así en un lugar público donde todos podían verla, ¡qué cruel esa actitud!

Minutos después y prácticamente sin mediar palabra, se fueron por separado del local dejando al resto de comensales, seguro, más que alucinados. ¿Es este el fin de la pareja? De ser cierta esta información, es una pena recordar cuanto se amaban al inicio de su romance… pero, a juzgar por esta escena, parece que su magia se ha evaporado por completo.

Ana Sánchez