Acusan al cofundador de Pink Floyd de antisemitismo, acusación que él niega. Waters también ha provocado su ira por su apoyo al movimiento BDS, que pide boicots y sanciones contra Israel.

Las autoridades de Fráncfort inicialmente habían tratado de evitar que se llevara a cabo el concierto, pero Waters impugnó con éxito la medida en un tribunal local. El concierto tendrá lugar en el Festhalle de la ciudad, donde en noviembre de 1938 más de 3.000 judíos fueron detenidos por los nazis, golpeados y maltratados, y luego deportados a campos de concentración.

“Con este trasfondo histórico, el concierto no debería haber tenido lugar bajo ninguna circunstancia”, dijo Sacha Stawski, miembro de la comunidad judía de Frankfurt y líder del grupo Honestly Concerned, que ayudó a organizar las protestas. La semana pasada, la policía de Berlín dijo que había abierto una investigación sobre Waters bajo sospecha de incitación a un disfraz que usó cuando actuó en la capital alemana a principios de este mes.

Las imágenes en las redes sociales mostraban a Waters disparando una ametralladora de imitación mientras vestía un abrigo largo negro con un brazalete rojo.

La policía confirmó que se abrió una investigación por sospechas de que el contexto del disfraz podría constituir una glorificación, justificación o aprobación del gobierno nazi y, por lo tanto, una perturbación de la paz pública.

Waters rechazó esas acusaciones en un comunicado en Facebook e Instagram, diciendo que “los elementos de mi desempeño que han sido cuestionados son claramente una declaración en oposición al fascismo, la injusticia y la intolerancia en todas sus formas”.

Afirmó que "los intentos de retratar esos elementos como algo más son falsos y políticamente motivados".