El cantante estaba entrando al lujoso hotel junto a su novia, cuando un guardaespaldas de la mítica banda británica, Rolling Stones, lo confundió con un fan que iba a intentar ver a los integrantes del grupo británico, y quizá conseguir un autógrafo.

Fue en ese momento cuando el agente de seguridad le impidió el paso, ya que los integrantes de los Rolling Stones estaban saliendo del hotel. Luego el guardaespaldas le advirtió a el vocalista que no podía entrar y a partir de ahí sólo hubo golpes.

Algunas personas se acercaron a la intensa pelea para aclarar el error y dar por finalizado el altercado. Otros prefirieron no acercarse y defender a Anthony desde lejos gritando: «¡Es líder de los Red Hot Chili Peppers!», aunque el guardaespaldas no lo escuchó y la trifulca continuó.

La pelea no tardó mucho más en terminar con un apretón de manos entre el vocalista de los Red Hot Chili Peppers y el agente de seguridad.