El novelista inglés, cuya última novela «Zona de interés» se desarrolla durante el Holocausto, cree que Hitler era asexuado y estaba obsesionado con la higiene, y que el Führer alcanzaba el clímax mirando a Braun más que tocándola. «Debía tener una perversión burguesa porque él era el anti Cristo burgués (no hay que olvidar la burguesía en él). Imagino a Eva a una distancia prudente levantándose la falda. Entonces Hitler llegaría al clímax».
A lo largo de la charla, Amis también ha afirmado que los historiadores han fallado a la hora de entender las razones del líder nazi porque desconocen su vida sexual. «Nadie entiende a Hitler. Y yo no quiero ser reduccionista, simplista o frívolo, pero estoy convencido de que una de las razones por las que no llegamos a entenderle es por su vacío sexual».
«La sexualidad es una de las vías por las que nos conocemos unos a otros -explica el escritor-: sabiendo si alguien está casado o es gay o cualquier otra cosa». Y ha añadido: «En las investigaciones sobre Hitler hay tres escuelas de pensamiento acerca de su sexualidad».
«La primera -ha indicado- es la normalidad, que creo que se puede descartar inmediatamente. ¿Podéis imaginar a Eva Braun fumando un relajante cigarrillo postcoital? ¿Y a Hitler como un amante considerado y energico? No, así que la normalidad queda fuera de juego».
Martin Amis ha precisado que la segunda es la asexualidad y que «la tercera es la perversión. No hay pistas reales acerca de su sexualidad más allá de que él no se quitaría la ropa ni delante de su médico y que era un fanático de la limpieza, lo que le da a la asexualidad puntos extra».
ABC