Según Tampa Bay Times, SOCOM está buscando compañías que puedan producir armas y municiones no convencionales, es decir aquellas que no son usadas tradicionalmente por EEUU o sus aliados. Entre las armas no convencionales se encuentran los fusiles de asalto AK-47 de Kaláshnikov, el fusil francotirador Dragunov, ametralladoras rusas de medio y gran calibre y armas aéreas de calibre 14.5 mm.
"Estamos investigando la posibilidad y la capacidad que tienen, dentro de EEUU, nuestros fabricantes para construir el tipo de armas usado por muchos de nuestros socios internacionales", explicó Matt Allen, representante de SOCOM, al Washington Post.
Según Allen, la producción de esta clase de armas por parte de las compañías norteamericanas permitirá hacer un buen uso de los fondos de los contribuyentes y tendrá un efecto positivo entre sus socios internacionales —en Siria, Irak y Afganistán, por ejemplo—, para los cuales estás armas son mucho más familiares.
El experto aclaró que todavía no es posible hablar del costo estimado de la producción de armas no convencionales en suelo estadounidense, ni tampoco de su calidad o disponibilidad. Sin embargo, esta iniciativa es muy prometedora, ya que le permitirá a Washington controlar la producción y distribución de esta clase de armas.}
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